Editorial Alaire

curra anguiano escribió:

Dormitando inerte, apoderada del tránsito, complacida en el desatino,
con el alma doliente, empapada en apresto y lista para ser encañonada.

Con el suspiro de la sonrisa implícita que sabe libre y crece,
para perfumar de amor puro, esos egoísmos que en dolor la arrastran.

Valiente y nombrando con sigilo las especias, que envenenan y amargan,
y dibujando los manjares que el amor y la ternura aderecen, amor cocinado.

Descifrando los enigmas, que solo ante el espejo de la vida languidecen,
sopesando sueños, y descalabrando las heridas que es su silencio duelen.

Construyendo refugios, a los que los yoes mimados y embaucados de si mismos,
no encuentren ni caminos, ni puertas, y despunten sus flechas en el olvido.

Susurrando al silencio, las canciones de quien ama al amor y lo sostiene,
entre los dedos ávidos de ternuras y florecidos de besos amapola, oliendo a jazmín.

Reestructurando recuerdos y melancolías, aligerando las pasiones de mi fuerza,
y situando los bienes en cajones de vida, destronando los daños al vacío.

Esperando paciente, en el jardín de la alegorías, una rima perfecta,
que compacte mis versos, para que desde su humanidad sincera se expresen.

Rezando un mundo donde no existan, los antepuestos, los villanos de almas,
los roedores de ternuras, ni las polillas de los dulces sueños.

Hallie Hernández Alfaro escribió:

curra anguiano escribió:

Dormitando inerte, apoderada del tránsito, complacida en el desatino,
con el alma doliente, empapada en apresto y lista para ser encañonada.

Con el suspiro de la sonrisa implícita que sabe libre y crece,
para perfumar de amor puro, esos egoísmos que en dolor la arrastran.

Valiente y nombrando con sigilo las especias, que envenenan y amargan,
y dibujando los manjares que el amor y la ternura aderecen, amor cocinado.

Descifrando los enigmas, que solo ante el espejo de la vida languidecen,
sopesando sueños, y descalabrando las heridas que es su silencio duelen.

Construyendo refugios, a los que los yoes mimados y embaucados de si mismos,
no encuentren ni caminos, ni puertas, y despunten sus flechas en el olvido.

Susurrando al silencio, las canciones de quien ama al amor y lo sostiene,
entre los dedos ávidos de ternuras y florecidos de besos amapola, oliendo a jazmín.

Reestructurando recuerdos y melancolías, aligerando las pasiones de mi fuerza,
y situando los bienes en cajones de vida, destronando los daños al vacío.

Esperando paciente, en el jardín de la alegorías, una rima perfecta,
que compacte mis versos, para que desde su humanidad sincera se expresen.

Rezando un mundo donde no existan, los antepuestos, los villanos de almas,
los roedores de ternuras, ni las polillas de los dulces sueños.

Precioso poema CURRA pero donde está ese lugar maravilloso
donde no exista la ambición ni el engaño



Hermosa esta desiderata de profunda amplitud sentimental, Curra. Logras encontrar nuestras manos en el camino de tus versos.

Abrazo fuerte y gracias siempre por compartir.