Editorial Alaire

Puedo ver, en el mantel del cielo,
el cuerpo de una hermosa mujer;
viene para llevarme de la mano
a conocer la astronomía del vacío.

Mi boca se confunde en su vagina,
y yo no sé qué decir:

Sólo que, quizás, nuestro tiempo ya pasó,
que más pronto que tarde, seremos expulsados
de una remota galaxia;
caeremos sobre los miradas románticas,
las que buscan en el cielo su salvación.

No tengo prisa por sentarme a la mesa
y engullir el perfume de las bragas;
no quiero perecer en la eterna indigestión
del enamorado que defeca las mariposas.

Más me conviene recuperar el olfato,
con elegancia sisear el aire, y, cual mosca,
libar la pálida ternura de un cadáver.

No vale la pena seguir fingiendo una lluvia,
tan dorada como corrosiva para la razón.

-No es nada razonable el amor. -eso dice
quien hoy ve la luz mortecina de las estrellas.

Hablas del amor con descarnada provocación, como un poeta maldito de la modernidad. Me gusta el modo de presentar el tema, aunque hay aspectos de puntuación que pueden ser revisados. Con un abrazo.
Salud.

El final del amor lo describes como algo inevitable y fatal(al menos eso he interpretado) y es que es así porque desgraciadamente en muchos casos el amor suele tener fecha de caducidad. Me gustó la lectura. Un saludo cordial.

Me ha gustado, Raul.
Pero soy una convencida de que el amor como la materia, no muere, se transforma, y siempre ser capaces de gestionar ese cambio hacia la amistad positiva y alejado del odio, lo hace menos cruel.

Tal vez en tu caso sea posible la opción dulce de la transformación.

Mil besos

Curra

Julio González Alonso escribió:Hablas del amor con descarnada provocación, como un poeta maldito de la modernidad. Me gusta el modo de presentar el tema, aunque hay aspectos de puntuación que pueden ser revisados. Con un abrazo.
Salud.

Gracias, Julio, por pasar a comentar. Me estuve revisando el poema, he hecho algunas modificaciones, creo que ahora se ajusta mejor a lo que trato de transmitir.

Un abrazo, amigo.

Ramón Carballal escribió:El final del amor lo describes como algo inevitable y fatal(al menos eso he interpretado) y es que es así porque desgraciadamente en muchos casos el amor suele tener fecha de caducidad. Me gustó la lectura. Un saludo cordial.

Sí hay algo de fatalismo, Ramón, se une la vida/amor a su reverso, muerte/odio.

Muchas gracias por tu sugerente comentario.


Un abrazo.

curra anguiano escribió:Me ha gustado, Raul.
Pero soy una convencida de que el amor como la materia, no muere, se transforma, y siempre ser capaces de gestionar ese cambio hacia la amistad positiva y alejado del odio, lo hace menos cruel.

Tal vez en tu caso sea posible la opción dulce de la transformación.

Mil besos

Curra

Así es amiga, la materia siempre se transforma. Aunque también veo un enfoque dialéctico, de lucha entre los opuestos ( vida-muerte). A ver si con el tiempo puedo hacer un balance en positivo, como bien dices.

Muchas gracias, siempre por tenderme tu mano, Curra.

Un gran abrazo.

Estupendo poema, Raul.
Lleno de imágenes muy sugerentes.
Un placer leerte.
Fuerte abrazo.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Estupendo poema, Raul.
Lleno de imágenes muy sugerentes.
Un placer leerte.
Fuerte abrazo.

Muchas gracias, Miguel Ángel, me alegro de que te haya gustado.

Un abrazo.

Hermoso trabajo de Raul.