Editorial Alaire

Cuando pesan ya los ojos
y no se quiere alzar una próxima hoja,
es cuando me perturba la idea de dormir.
Me acosa esa sensación de lagarto
tendido en arenales,
con esa mansedumbre sobre un polvo que espera;
perfil posible del sesgo de la muerte.
Es cuando la noche le saca
las barbas a las sombras y las deja sueltas,
aleteando, livianamente, curioseando
sobre mi desnuda y expuesta lividez,
también de lagarto blanco, y doblegado.
Así me encuentran,
cuando pasan los vigilantes de sueños,
con sus ecos sin cara,
en busca de la tibieza de mi seno,
o el hueco de mi mano, ya vacía,
de convexas y tibias humedades.

Así me encuentren mañana
- quizás fue ayer-
los contadores de latidos disponibles,
cuando se sienten a escuchar si tengo cuerda,
si soy de piel,
o soy de historia ya muerta...

Así me he de acabar los días;
con los dedos ya atróficos de letras,
con los ojos comiéndose el silencio.

Con un buen cierre nos dejas en manos de esta esmerada metáfora de la noche como embajadora de la muerte...

Te felicito por tu pòema.
Un abrazo
Pilar

Marcos Andrés Minguell,

Me alegra encontrarte entre estos versos y saber que te han gustado. Mil gracias por pasar y dejarme a Mr. Saltarín.
Abrazos,
Norma

Pilar,

Gracias, Pilar, encantada de encontrarte en mi ventana.
Un cálido abrazo,
Norma

De acuerdo con Marcos...
Bellas metáforas que visten la noche
para dejarse encontrar
Besos linda

Escribes estupendamente, Norma. Un placer la lectura de tu poema. Un abrazo.

Bellas metáforas que hacen la noche que nos pertuba incluso hermosa. Siempre es un gusto pasar por tus letras. Encantada de pasar por tus versos.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Marian Heredia,

Gracias, Marian, por tus cálidas palabras hacia estos versos.
Un abrazo desde Chile,
Norma

Ramón Carballal,

Me alegra tu visita... gracias por tu grato comentario hacia estos versos.
Un cálido abrazo,
Norma

Ana Villalobos Carballo,

Querida Ana... el gusto es mío, amiga, al encontrarte entre estos versos. Gracias por estar.
Un abrazo,
Norma

Bellas metáforas sobre la noche anunciadora de la muerte, no sólo la muerte física sino la del alma. Hay muchas calidez en tus palabras.

Un abrazo

JC

Norma Duch escribió:Cuando pesan ya los ojos
y no se quiere alzar una próxima hoja,
es cuando me perturba la idea de dormir.
Me acosa esa sensación de lagarto
tendido en arenales,
con esa mansedumbre sobre un polvo que espera;
perfil posible del sesgo de la muerte.
Es cuando la noche le saca
las barbas a las sombras y las deja sueltas,
aleteando, livianamente, curioseando
sobre mi desnuda y expuesta lividez,
también de lagarto blanco, y doblegado.
Así me encuentran,
cuando pasan los vigilantes de sueños,
con sus ecos sin cara,
en busca de la tibieza de mi seno,
o el hueco de mi mano, ya vacía,
de convexas y tibias humedades.

Así me encuentren mañana
- quizás fue ayer-
los contadores de latidos disponibles,
cuando se sienten a escuchar si tengo cuerda,
si soy de piel,
o soy de historia ya muerta...

Así me he de acabar los días;
con los dedos ya atróficos de letras,
con los ojos comiéndose el silencio.

Aquel que es consciente de su muerte es consciente del sueno de la vida. Me parecio tu poema excelente. Un deleite leerte, estimada Norma.

Juan Carlos Priego,

Gracias, Juan Carlos, por acercarte a estos versos, y dejarme tu grato comentario.
Un cálido abrazo,
Norma

Encantado de encontrar este bello poema tuyo, apreciada poeta.
Estás escribiendo con imágenes sorprendentes.
Me ha gustado mucho leerte.

Un abrazo largo.
Óscar