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CUANDO MUERE UNA ESPERANZA

Publicado: Mié, 11 Mar 2015 18:52
por José Manuel Sáiz
CUANDO MUERE UNA ESPERANZA


Pasaba por allí. Había gente, policías.
Llegaban ambulancias. Y me quedé mirando.

Era extraño.
Aquel hombre -a pesar de sus heridas-
tenía una expresión dulce en el rostro (según algunos
por la paz que sucede a un sufrimiento). De todas formas
puede que sean otros los factores
que causen el enigma.

Aquellos que, por suerte o por desgracia, sobrevivieron
a un percance terrible como ese, aseguran
que al paso atormentado por los primeros pisos
es cuando un cuerpo alcanza la máxima aceleración posible
debido al peso horrible de la angustia. Comentan, que después,
se percibe algo así como un estado de gracia inexplicable
al dejarse llevar por el vértigo de algún recuerdo
hermoso en esta vida: el de un amor, el de un amigo, o el de un pensamiento
muy dulce y positivo: la imagen de una madre, un padre o un hijo
que se abrazan de pronto a nuestro espíritu.
Cercanas ya las lonjas y portales,
sentimientos aún más intensos dicen que retienen, frenan,
amortiguan un tanto la caída. Y a un palmo del asfalto,
afirman que se siente algo humano y comprensible:
una duda, un querer volver atrás, como un arrepentimiento
fugaz y transitivo, que nos incita asirnos a un momento
crucial en nuestra vida (y que imprime en nuestro rostro
ese gesto de paz y de abandono).

Pasaba por allí.
Por eso, desde aquella tarde,
acostumbro a llevar en los bolsillos alguna carta
de amor o de familia, el apunte de una fecha
feliz e inolvidable y una cruz
que llevo desde niño, y además,
en la cartera, varias fotos de amigos y de sitios
a los que alguna vez juré llamar
o prometí volver, es decir, algo a lo que agarrarme
por si la vida un día me coloca al borde de una cornisa
y con los pies, a un paso del abismo.


--oOo--

Publicado: Mié, 11 Mar 2015 19:46
por Luis M
Sí, Jose Manuel, si no hubiera algo de verdad bueno a lo que agarrarse en la vida, el vacío sería más terrible y el suelo más duro...

Hermoso y excelente poema, compañero. Mis felicitaciones y abrazo.

re: CUANDO MUERE UNA ESPERANZA

Publicado: Mié, 11 Mar 2015 20:12
por Gallardo Chambonnet
EL ABANDONO... LA INDIFERENCIA... EL DESPEGO DE LO CONCUPISCENTE... O LO CONTRARIO AFERRARSE A LO MATERIAL...SOLO A VECES, ESTOS ESTADOS DEPENDEN DE MUCHOS FACTORES... ENTRE ELLOS LAS CREENCIA O LA PERSONALIDAD QUE COMOO LOS COPOS DE NIEVE Y LAS HOJAS DE LOS ÁRBOLES NO TIENEN UNA CUERPO GEMELO...



FRATERNALMENTE HASTA ABEZIA... FRATERNO ABRAZO... Gallnnet

re: CUANDO MUERE UNA ESPERANZA

Publicado: Mié, 11 Mar 2015 21:04
por J. J. Martínez Ferreiro
Eres como un cirujano. Con tu sencillo pero eficiente bisturí, nos vas abriendo todo un mundo de sensaciones, que toman emoción no de la imagen o la metáfora, sino del simple hecho de nombrarlas con esa sabiduría espontánea que muestras, y que llegan a provocar el sentir de un misterio esperanzador… da igual si es verdad o no, en el hecho poético no importa eso… peor el lector debe jugar con las cartas que el poeta le da.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Re: CUANDO MUERE UNA ESPERANZA

Publicado: Jue, 12 Mar 2015 1:57
por E. R. Aristy
José Manuel Sáiz escribió:CUANDO MUERE UNA ESPERANZA


Pasaba por allí. Había gente, policías.
Llegaban ambulancias. Y me quedé mirando.

Era extraño.
Aquel hombre -a pesar de sus heridas-
tenía una expresión dulce en el rostro (según algunos
por la paz que sucede a un sufrimiento). De todas formas
puede que sean otros los factores
que causen el enigma.

Aquellos que, por suerte o por desgracia, sobrevivieron
a un percance terrible como ese, aseguran
que al paso atormentado por los primeros pisos
es cuando un cuerpo alcanza la máxima aceleración posible
debido al peso horrible de la angustia. Comentan, que después,
se percibe algo así como un estado de gracia inexplicable
al dejarse llevar por el vértigo de algún recuerdo
hermoso en esta vida: el de un amor, el de un amigo, o el de un pensamiento
muy dulce y positivo: la imagen de una madre, un padre o un hijo
que se abrazan de pronto a nuestro espíritu.
Cercanas ya las lonjas y portales,
sentimientos aún más intensos dicen que retienen, frenan,
amortiguan un tanto la caída. Y a un palmo del asfalto,
afirman que se siente algo humano y comprensible:
una duda, un querer volver atrás, como un arrepentimiento
fugaz y transitivo, que nos incita asirnos a un momento
crucial en nuestra vida (y que imprime en nuestro rostro
ese gesto de paz y de abandono).

Pasaba por allí.
Por eso, desde aquella tarde,
acostumbro a llevar en los bolsillos alguna carta
de amor o de familia, el apunte de una fecha
feliz e inolvidable y una cruz
que llevo desde niño, y además,
en la cartera, varias fotos de amigos y de sitios
a los que alguna vez juré llamar
o prometí volver, es decir, algo a lo que agarrarme
por si la vida un día me coloca al borde de una cornisa
y con los pies, a un paso del abismo.


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La desesperanza es el último suicidio. Me conmueve tu bello poema, José Manuel. Abrazos, ERA