Los que de vivir por ellos, y cazar sus sombras, oscurecen
Publicado: Mar, 10 Mar 2015 6:23
Ese lugar etéreo de sombras impertérritas que hoy se siente acechado,
en la lluvia que desafina carga de eléctricas crueldades, bien colmadas.
Palabras que tal vez en su inconsciencia, o en la crueldad que cargan,
intentar atronar las majestades de una luz intensa, que el sol regala.
Los que de vivir por ellos, y cazar sus sombras, oscurecen mi vida,
los que lanzan armas, y desahucian lagrimas, que en mi alma de madre, lloran.
Los que acomodados en sus justicias miseras, repletas de afilados egoísmos,
desafinan las ternuras, rompiendo los matices, y flecos de la paz en calma.
Y mi lloro dentro, que atenaza el dolor de quien esta perdiendo sus boletos,
de quien en sus actos renuncia a conocer el sentir de ser feliz verdadero.
Miedo a que esas almas pequeñas tintadas de desempeños, no crezcan
renunciando a su ser personas, a su ser partes de la misma vida, que es regalada.
Preocupaciones que del verde esperanza, estos episodios sádicos y tristes,
hagan herida, no viendo las justicias claras de que este sea su destino.
Decisiones que aporrean mi mente, de proteger los palacios de la justicia,
de enseñar los caminos de una vida que anudada un alma hermosa, sea posible.
Y esperanzas, siempre esperanzas, de que aquello que nos inunda, sea por fin,
la herramienta de la luz, que reconduzca las sombras, a su oscuro escondite
en la lluvia que desafina carga de eléctricas crueldades, bien colmadas.
Palabras que tal vez en su inconsciencia, o en la crueldad que cargan,
intentar atronar las majestades de una luz intensa, que el sol regala.
Los que de vivir por ellos, y cazar sus sombras, oscurecen mi vida,
los que lanzan armas, y desahucian lagrimas, que en mi alma de madre, lloran.
Los que acomodados en sus justicias miseras, repletas de afilados egoísmos,
desafinan las ternuras, rompiendo los matices, y flecos de la paz en calma.
Y mi lloro dentro, que atenaza el dolor de quien esta perdiendo sus boletos,
de quien en sus actos renuncia a conocer el sentir de ser feliz verdadero.
Miedo a que esas almas pequeñas tintadas de desempeños, no crezcan
renunciando a su ser personas, a su ser partes de la misma vida, que es regalada.
Preocupaciones que del verde esperanza, estos episodios sádicos y tristes,
hagan herida, no viendo las justicias claras de que este sea su destino.
Decisiones que aporrean mi mente, de proteger los palacios de la justicia,
de enseñar los caminos de una vida que anudada un alma hermosa, sea posible.
Y esperanzas, siempre esperanzas, de que aquello que nos inunda, sea por fin,
la herramienta de la luz, que reconduzca las sombras, a su oscuro escondite