Editorial Alaire

Siempre se agradecen los comentarios, Carmen, ya que son la esencia de lo que buscamos al mostrar nuestros poemas, pero hay algunas veces que se agradecen más y aquí situaría el tuyo, por esa indagación que haces en el poema, por esas ganas que me dejas de hablarte de él. Aún no tengo una opinión asentada sobre este poema, es aquí, en Alaire, donde me han llegado las palabras más alentadoras y las tuyas se encuentran entre ellas.

Un abrazo.

Gracias, Rafael, por tu amabilidad, quizás era un poema que existíera antes de escribirlo, era algo que tenía ganas de soltar para expresar un sentimiento profundo pero ambiguo. Estoy encantado con los comentarios que me llegan, el tuyo no es una excepción.

Un abrazo.

Un comienzo intenso, con un primer verso que abre la intención rotunda de una declaración amorosa que da pie a conocer una realidad, que en verso es pura poesía. Decir la verdad, encontrar lo esperado es para el poeta, al menos en esta ocasión, un pulso de emoción y lirismo en la exacta medida de perfección posible. Un excelente poema. Felicidades, querido amigo.

Un abrazo fuerte desde Ciudad de México.

José Manuel F. Febles

Hay una metáfora, sencilla y transparente, que me ha llamado poderosamente la atención: "mi ausencia de ventanas". Con una imagen al alcance de cualquiera has expresado lo que yo llamo una "verdad universal". Aislamiento, oscuridad, ceguera, soledad.

Por lo demás, convengo con mis compañeros en que la confesión amorosa es tan connatural a la poesía como desnudar (o denudar) el alma.

Un abrazo, F. Enrique.

Gracias, Ramón, como ya te he dicho muchas veces me resulta muy alentador contar con tus palabras.

Un abrazo.

F.Enrique, me has llevado al placer inaudito de un ataque de buena poesía. Genial, poeta!

Un gran abrazo. Mitsy

Gracias, Pepa, es para mí muy importante contar con tus palabras siempre, creo que no me equivoco en la apreciación.

Un abrazo.

Muy bello poema de Enrique.

Cada comentario tuyo, Julio, es un reto, no es fácil alcanzar la altura de lo que dices, la elegancia que exhibes con una naturalidad asombrosa. Con personas como tú cobra sentido el carácter literario que perseguimos en todo lo que manifestamos o el orgullo que sentimos de que alguien haya dejado una impronta tan afortunada en un poema nuestro.

Muchas gracias, Julio. Un abrazo.

La herida se reabre al tacto del recuerdo, vuelve a sangrar incluso, y de ella resurgen las flores de tus versos. Un poema intenso y de gran belleza que me ha fascinado, Enrique. Mi sincera felicitación, amigo.

Un abrazo.

Se hace difícil, Ricardo, darte una réplica adecuada a lo mucho que has dicho, y has dicho bien, se me ha quedado eso de que la memoria es un planeta exiguo y duele y me ha llamado la atención los versos que has elegido para encabezar tu comentario, los tomé prestado, como buena parte de este y otros, hasta un total de once, de un poema que ya tiene unos años y no supe terminar, ya que no me satisfizo en ninguno de los intentos. Te agradezco la delicadeza con la que has tratado a este poema y la altura que alcanzas en tus originales comentarios.

Un abrazo.

Me gusta mucho, Manuel, lo que me dices, siempre suelo decirte eso de... viniendo de ti. Pero es cierto, es un privilegio este que me otorgas de poderme codear con un poeta de tu envergadura.

Un abrazo.

Me alegro mucho, Armilo, de haber logrado transmitirte lo que deseaba y de que hayas disfrutado con la lectura del poema, te lo agradezco sinceramente.

Un abrazo.

Todo el poema, Enrique, me pareció un dejarse llevar por el amor, lo cual no es tan fácil como aparenta serlo. Aquí cobra vida el lenguaje ya que la emoción orquesta su articulación. El resultado es algo vivo en intenso que nos llega cuando lo leemos.

Me gustó leerte, amigo.

Un fuerte abrazo.

Siempre te lo digo, tus poemas llevan una carga de romanticismo que atrapa, a mí, como sabes, me gusta escribir sobre el amor, y disfruto enormemente contigo.
Te mando un abrazo