Editorial Alaire

CUANDO ME DUERMA

Rueda por la vida.
No se extingue.
Se tambalea en el contorno de nuestros ojos.
Nuestros pasos medidos no son necesarios, precisos.
Sedientos, trocamos el agua,
el cielo, el fuego menguado,
el soplo vacío, definitivo
de nuestras palabras.

Escucha:
¡Equivoca el camino!,
colorea con luz el negro abismo inventado,
desata los nudos y cuelga una soga
que trence el vacío de tu mirada
hacia el techo del mundo,
donde los difuntos ignoran la muerte;
que cuando los perros aúllen hiriendo en las sombras,
un rayo opaco tocará mi alma,
o contra luz,
desde la ventana,
tal vez polvo que disparará un ángel,
cuándo me duerma,
cuándo me vaya.

¡Ay!, yo no sé sin cesar
lo que tú piensas,
lo que extraño de mí esta madrugada,
y es que el tiempo rueda sin cesar
al filo de una guadaña,
amenazando con dormir
la luz del día para siempre.

que cuando los perros aúllen hiriendo en las sombras,
un rayo opaco tocará mi alma,
o contra luz,
desde la ventana,

Precioso

Muchas gracias

Curra

Entre el sueño y la vigilia, qué hay? quizá no más que el tiempo. Me encantó Helena, como haces rodar al tiempo en este precioso poema.

Un abrazo.

Un hermoso poema. Me gustó leerte
Besos
Pilar

curra anguiano escribió:que cuando los perros aúllen hiriendo en las sombras,
un rayo opaco tocará mi alma,
o contra luz,
desde la ventana,

Precioso

Muchas gracias

Curra

Gracias Curra por dejar tu comentario.

Raul Muñoz escribió:Entre el sueño y la vigilia, qué hay? quizá no más que el tiempo. Me encantó Helena, como haces rodar al tiempo en este precioso poema.

Un abrazo.

Gracias Raul, por esculpir en el tiempo este comentario y esta pregunta, quizá como dijo Tarkovsky refiriendose a un fragmento del apocalipsis, el tiempo al fin y al cabo no es una cosa sinó una idea, acabará por desaparecer en el entendimiento.