Y es hoy, doce en punto, cuando recibo tu carta,
cuatro palos de colores y entre sepias
una niña desdentada.
Vestidita de domingo, tercera mano la enagua,
dos trenzas como carbones abrazando la sonrisa
horizonte que se esfuma en los adentros de tenue,
tibia esperanza.
... infancia... mote de basureros, llanto, yedra,
juncos clamando aguas,
panes...
..... cintas...
.... caramelos...
Por tres euros, Leonor de los Altiplanos,
Leonor de cielos desnuda,
Leonor, orgullo de razas,
he apadrinado un lucero.
( ¡ qué vergüenza que me tengo ...!)
(No son las doce, son las seis de algunos años después ¿qué habrá sido de Leonor ? ¿Tres euros una sonrisa? Este mundo comodón y fácil, sí, fácil, mucho más que para ellos, no tiene perdón)