Editorial Alaire

Ya escucho aquellos versos como si fueras otra,
como si hubieras ido
a traspasar las dudas de los mitos de piedra,
a quedarte en la sombra como si fuera un árbol
que abrigara en su vientre un impulso constante,
una firma llorosa, un sueño interrumpido.

Pero yo estoy aquí, en la fuente y el canto,
en tus ansias de sol, en flores que no hablan,
en estrofas que anidan alma de soledad
sin buscar un poema que hierva en el recuerdo
y destrone los llantos,
sin encontrar el ritmo que me arrastre a tu boca,
sin tenerte en la herida, sin ver una palabra.

Ya escucho tu sonrisa en la luz que se pierde
y busco en otra playa de tu arena la orilla,
vivo como un olvido flotando entre los mares
que se alejan de ti, sin poder detenerte.

En los poemas así, que se despliegan sobre su eje, esos versos inmersos, atorados (como si hubieras ido) me atrapan como una señal que atraviesa la circunstancia y se expone solitaria a esa deriva impotente que transcurre y se agranda. abrazo

Ya escucho tu sonrisa en el mar que se aleja
y busco en otra playa de tu arena la orilla,

Me ha encantado el poema, Enrique. Te atrapa desde el principio.
Un fuerte abrazo y enhorabuena.

F. Enrique escribió: Ya escucho aquellos versos como si fueras otra,
como si hubieras ido
a traspasar las dudas de los mitos de piedra.

Pero yo estoy aquí, en el árbol, la fuente,
en tus ansias de sol, en flores que no hablan,
en estrofas que anidan alma de soledad
sin buscar un poema que destrone los llantos,
sin encontrar el ritmo, sin ver una palabra.

Ya escucho tu sonrisa en el mar que se aleja
y busco en otra playa de tu arena la orilla,
vivo como un olvido flotando entre las aguas
que se alejan de ti, sin poder detenerte.

Las mujeres que dejamos de amar, son nuestra victoria, maldito sea el olvido que camina junto a ti, amigo mio.


Buenos versos, atrapan y seducen, un placer.

Abrazos mediterraneos.

Cálamo, por la dulzura mística del fluido orgánico que el poema deja en el aire, y párpado, párpado que silba, por cómo una grieta de luz puede sostener el tiempo, y eso que llama el tempo. Como vivir en una despedida, como si no hubiese otro mundo. Es un placer leerte siempre, F. Enrique. Abrazos.

Esta forma de poetizar, tan asequible y a la vez como un naufragio en la neblina, a mí me llega hondo. En esa lucha con las palabras, la victoria es del poeta.

Un abrazo amigo.
Óscar

Me gustó el poema que nos dejas Enrique. Sugerente su mensaje.

saludos

rafael

Hermosos versos que hablan de despedida. Precioso decir.
Abrazos
Pilar

Podría decirte, Macedonio, que te agradezco mucho estas palabras que me ofreces, aunque reconozca que no encuentro una réplica que esté a su altura. Lo importante de todas formas es dejar constancia de su lectura, enredarnos un poco en el esfuerzo de los otros, en este caso créeme que no fue fácil encontrar el pasillo por el que fluyen los versos.

Un abrazo, Macedonio, siempre es interesante releer tus comentarios.

Ah, eres muy amable al suavizar la confusión que te produjo mi comentario. La mayoría de las veces sí, soy confuso, ya no lucho contra eso. En realidad nunca me preocupé mucho por ser claro. Igual perdón, trataré de explicarme mejor. Yo leo de manera desigual, no enfoco un texto, ni nada, metódicamente. A veces protegido en la distancia que da un ordenador, dejo un reflejo, las impresiones incompletas que me regala un poema. Yo valoro esa forma de acercarme antes que otras. Lo que me atrae de la poesía es ese momento de sorpresa, ese 1° instante que llega siempre de formas diferentes y que muchas veces tiene que ver con el momento del lector, el momento del día, lo que uno acaba de hacer…
Me viene a la mente un viaje que habíamos hecho al sur, a las montañas y los lagos cuando mi hijo mayor tenía 9 meses. Nosotros nos esforzábamos para que él apreciara la magnificencia de esos paisajes y sentado en la orilla me recuerdo haciendo junto a él un gesto lento de apertura con el brazo, inspirando ese aire lentamente, tratando de que no se lo perdiera. De más está decir, él sentadito, solo se interesaba por mirar de cerca y tocar una piedra desde distintos ángulos. No hubo forma de mostrarle la que yo pensaba era la dimensión correcta de apreciación. Hoy, cuando pasaron varios años, voy yo entendiendo que ese espacio era posible y sabio entenderlo desde la piedra, desde lo que esa piedra vió, desde el tiempo que le llevó su forma.
Trataré de explicar mejor mi críptico (‘En los poemas así, que se despliegan sobre su eje, esos versos inmersos, atorados (como si hubieras ido) me atrapan como una señal que atraviesa la circunstancia y se expone solitaria a esa deriva impotente que transcurre y se agranda’), hago la salvedad de que me expreso sin saber nada de cuestiones técnicas, estoy imposibilitado para eso.
El poema tiene 3 cuerpos, estas 3 partes se desarrollan en la hoja con sus versos centrados por eso digo que se despliegan sobre su eje. También soy de marcar las dinámicas espaciales que existen en los textos, eso me resulta fácil.
En el 1° cuerpo enuncias como ella se va (o su potencial), ni siquiera adrede, sino por su misma manera de vivir o por la liviandad de su espíritu o por el tamaño de su curiosidad.
En el 2° marcas como tú, el escritor, no has podido seguirla. El árbol con sus raíces, el manantial en la oscura piedra que da origen a la fuente, el nido donde la soledad escribe, las posibles responsabilidades que han quedado a tu cargo en este lado de la vida establecen el baricentro fijo desde el que se escribe y se piensa.
Me detengo en la forma un segundo. Todos los versos tienen 13 o 14 sílabas, menos el 2° del primer párrafo. Ese verso: ‘como si hubieras ido’ tiene 7. Ese verso menor encajado, atascado entre los mayores es una huella y a la vez la llave que resuelve el poema. A mí primero me resalta esa diferencia porque yo busco esas huellas a contramano, esas aparentes imperfecciones que como un contratiempo son las que hablan del espíritu esencial de lo que se está diciendo. Eso que el escritor deja aparecer porque su peso en la cuestión justifica traicionar la forma esperable y que a la vez resignifica todo. Porque ‘como si hubieras ido’ duplica en ese potencial el sentido de lo que leerá a continuación. ‘Cómo si hubieras’ significa que se ha ido y que no, significa que se fue, que no has podido seguirla pero también que se quedó. Ese espacio poético no deja, a partir de ese momento, de agrandar en un movimiento exponencial la distancia y la cercanía, el olvido y la memoria, el desencuentro y la necesidad resuelto sobre un solo objeto que es el poema. Esa angustia que es la vida es lo que el 3° párrafo o cuerpo refleja. El escritor es un olvido abandonado y la sonrisa, más viva, se aleja, invirtiendo el poema como un espejo que deja la zurda siendo diestra para los otros.
Otro abrazo, espero realmente haber aclarado algo, gracias por mirar bajo una lente afectuosa lo que seguramente llega confuso. Hay algo muy clásico en toda la construcción del poema, por eso me resulta tan definitorio ese 2° verso.

Hacia un tiempo que no te veía por aquí ( puede que sea yo que no estoy tan atento como debiera).
Y te reencuentro con un poema de corte romántico muy bien escrito, con ideas y con equilibrio. Ha sido un gusto leerte, la segunda y la tercera vez.

Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, Miguel Ángel, eres muy amable.

Un abrazo.

F. Enrique escribió: Ya escucho aquellos versos como si fueras otra,
como si hubieras ido
a traspasar las dudas de los mitos de piedra.

Pero yo estoy aquí, en el árbol, la fuente,
en tus ansias de sol, en flores que no hablan,
en estrofas que anidan alma de soledad
sin buscar un poema que destrone los llantos,
sin encontrar el ritmo, sin ver una palabra.

Ya escucho tu sonrisa en el mar que se aleja
y busco en otra playa de tu arena la orilla,
vivo como un olvido flotando entre las aguas
que se alejan de ti, sin poder detenerte.

Hermoso poema Maestro, ha sido un placer leer estos nostálgicos versos... con inmensa sabiduría estructural de las metáforas...


HASTA LA BELLA CIUDAD CEUTA, FRATERNO ABRAZO... Gallnnet

Un poema grandioso amigo F. Enrique, me ha gustado mucho, esa búsqueda continua de la palabra precisa viviendo como un olvido como bien dices. Un placer y un abrazo.

Precioso, Gracias
Curra
besos