Ando...
Publicado: Sab, 28 Feb 2015 0:01
Camino por parajes gastados por los años, agito su reminiscencia,
como oriflama del pasado que al blasón de la memoria sacude.
A la orilla de una tregua me detengo , busco refugio en su calma
y siento que no puedo liberar a mi cuerpo de las espuelas del tiempo:
su galopar es un vértigo apresurado que se acerca al infinito.
Quizá hoy me atreva a descifrar los códigos anónimos de la vida
y a sus ciclos conmueva mientras la noche se hace labio oscuro
que besa la boca de la luna cuando de su tálamo nupcial emerge.
Y allí se dormirán antiguas canciones que apenas entonamos,
pero conocen muy bien cuanto esperanza encierra una utopía.
¿Qué hacer cuando la nada sepulta todas mis ansias de horizontes
y en su diario la soledad escribe con gran incertidumbre
palabras que no miden las veces que bebo tragos de vida
en los aljibes del aliento, sino los instantes que al robarlos desfallezco
y sólo queda un resquicio de aire inmundo por donde me abriré camino?.
Ahora que sobre un mapa de nieve describo la geografía del recuerdo,
dejaré que impaciente espere el pulso de la sed al espejismo del agua
mientras el corazón habita un desierto de sal y viajan expatriados,
como una sinfonía que al mundo esparce afónicas su notas ,
los últimos latidos del futuro que de un presagio huyeron.
Cuando en el diapasón del silencio perciba mudo su diálogo,
ocuparé sin inquietud la mañana después que el rocío nos deje su legado,
y abrazaré a tu nombre extraviado en laberintos de ausencia.
Entonces, me desnudaré como el vacío que de los sueños se apropia
y luego el olvido cubre a perpetuidad con su hojarasca.
como oriflama del pasado que al blasón de la memoria sacude.
A la orilla de una tregua me detengo , busco refugio en su calma
y siento que no puedo liberar a mi cuerpo de las espuelas del tiempo:
su galopar es un vértigo apresurado que se acerca al infinito.
Quizá hoy me atreva a descifrar los códigos anónimos de la vida
y a sus ciclos conmueva mientras la noche se hace labio oscuro
que besa la boca de la luna cuando de su tálamo nupcial emerge.
Y allí se dormirán antiguas canciones que apenas entonamos,
pero conocen muy bien cuanto esperanza encierra una utopía.
¿Qué hacer cuando la nada sepulta todas mis ansias de horizontes
y en su diario la soledad escribe con gran incertidumbre
palabras que no miden las veces que bebo tragos de vida
en los aljibes del aliento, sino los instantes que al robarlos desfallezco
y sólo queda un resquicio de aire inmundo por donde me abriré camino?.
Ahora que sobre un mapa de nieve describo la geografía del recuerdo,
dejaré que impaciente espere el pulso de la sed al espejismo del agua
mientras el corazón habita un desierto de sal y viajan expatriados,
como una sinfonía que al mundo esparce afónicas su notas ,
los últimos latidos del futuro que de un presagio huyeron.
Cuando en el diapasón del silencio perciba mudo su diálogo,
ocuparé sin inquietud la mañana después que el rocío nos deje su legado,
y abrazaré a tu nombre extraviado en laberintos de ausencia.
Entonces, me desnudaré como el vacío que de los sueños se apropia
y luego el olvido cubre a perpetuidad con su hojarasca.