Editorial Alaire

Al ver el alumbramiento del día -pariendo fría alborada-
y como huían las sombras de la noche que moría,
indagué en mi interior por valles acorralados
entre las sombras oscuras y días que se caían
tropezando amontonados, sin presentes ni pasados.
No alcanzaba mi ceguera a divisar ni las piedras
y tampoco, encandilado, divisaba las cañadas,
hondas cañadas formadas por penas en ríos bravos
sin salidas a los verdes pastizales del bañado.
Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.
Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas
y en ese rotar continuo suelen ser más los pesares
agobios que, terrenales, se remontan al principio
antes que el sol derramara su llanto desconsolado
y que la luna en espejo se retorciera de pena.
Pero puede alguna vez, como tronco a la deriva,
encontrarse algún deleite para agarrarse con fuerza,
hasta que lleguen los tiempos de bonanzas necesarias.


De mi libro “De letras nacidas entre poetas”.2013 ISBN 978-987-1977-03-1

Carlos Justino Caballero escribió:Al ver el alumbramiento del día -pariendo fría alborada-
y como huían las sombras de la noche que moría,
indagué en mi interior por valles acorralados
entre las sombras oscuras y días que se caían
tropezando amontonados, sin presentes ni pasados.
No alcanzaba mi ceguera a divisar ni las piedras
y tampoco, encandilado, divisaba las cañadas,
hondas cañadas formadas por penas en ríos bravos
sin salidas a los verdes pastizales del bañado.
Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.
Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas
y en ese rotar continuo suelen ser más los pesares
agobios que, terrenales, se remontan al principio
antes que el sol derramara su llanto desconsolado
y que la luna en espejo se retorciera de pena.
Pero puede alguna vez, como tronco a la deriva,
encontrarse algún deleite para agarrarse con fuerza,
hasta que lleguen los tiempos de bonanzas necesarias.


Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas". 2013

... serenidad y seriedad para echar la mirada hacia atrás, tratar de rextraer alguna consecuencia útil para la vida - para el propio poeta, acaso, o tal vez no, tal vez -, y nos confirma la búsqueda diciéndonos "Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.
Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas/y en ese rotar continuo suelen ser más los pesares/agobios que, terrenales, se remontan al principio/" como escuela íntima de vivencia general; sereno poema, digo, en que no se renuncia a ese último "tronco a la deriva", asa salvadora nuestra y clave del poeta; Saludos, Carlos; Orión

Es muy cierto lo que afirma tu poema, Carlos. Entre los canales hermosos y los tiempos de lodo hay un recodo de esperas, de interrogantes, de futuros ambidiestros...

Salud y felicidad, amigo. Gracias siempre por compartir.

Un quehacer meticuloso, propio de hombre de campo que nos deja sus saberes, amasados e indistintos, entre sus luces y sombras. Un verdadero deleite para los sentidos. Congratulaciones, compañero.
Saludos. Mitsy

Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.
Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas

Una mirada atrás meticulosa que busca y descubre con espíritu sosegado la verdad de las cosas.
Ha sido un placer, Carlos.
Un fuerte abrazo.

Despliegas una sobria elegancia en cada verso, en cada estrofa. Y esto otorga credibilidad a tu poema.
Un fuerte abrazo, amigo
J. Manuel

Carlos Justino Caballero escribió:Al ver el alumbramiento del día -pariendo fría alborada-
y como huían las sombras de la noche que moría,
indagué en mi interior por valles acorralados
entre las sombras oscuras y días que se caían
tropezando amontonados, sin presentes ni pasados.
No alcanzaba mi ceguera a divisar ni las piedras
y tampoco, encandilado, divisaba las cañadas,
hondas cañadas formadas por penas en ríos bravos
sin salidas a los verdes pastizales del bañado.
Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.
Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas
y en ese rotar continuo suelen ser más los pesares
agobios que, terrenales, se remontan al principio
antes que el sol derramara su llanto desconsolado
y que la luna en espejo se retorciera de pena.
Pero puede alguna vez, como tronco a la deriva,
encontrarse algún deleite para agarrarse con fuerza,
hasta que lleguen los tiempos de bonanzas necesarias.


Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas". 2013

Soberbio... poema.Me ha encantado su lectura. MI MÁS SINCERA ENHORABUENA.
Un beso de respeto.
BEGOÑA.

Don Carlos Justino:

"Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.
Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas
y en ese rotar continuo suelen ser más los pesares
agobios que, terrenales, se remontan al principio
antes que el sol derramara su llanto desconsolado
y que la luna en espejo se retorciera de pena."

Un excelente poema el que acabo de leer ... Gracias.


FRATERNALMENTE HASTA CÓRDOBA, ESPAÑA... Gallnnet

No podías expresar de otra forma los pesares de la vida, a la que siempre le concedes un algo donde asirse. Un placer leerte
besos
Pilar

Antonio Justel, .. serenidad y seriedad para echar la mirada hacia atrás, tratar de rextraer alguna consecuencia útil para la vida - para el propio poeta, acaso, o tal vez no, tal vez -, y nos confirma la búsqueda diciéndonos "Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.
Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas/y en ese rotar continuo suelen ser más los pesares/agobios que, terrenales, se remontan al principio/" como escuela íntima de vivencia general; sereno poema, digo, en que no se renuncia a ese último "tronco a la deriva", asa salvadora nuestra y clave del poeta; Saludos, Carlos; Orión

Me hontas, Orion, con tus comentarios. Te lo agradezco, amigo!

Hallie Hernández Alfaro escribió:Es muy cierto lo que afirma tu poema, Carlos. Entre los canales hermosos y los tiempos de lodo hay un recodo de esperas, de interrogantes, de futuros ambidiestros...

Salud y felicidad, amigo. Gracias siempre por compartir.

Gracias, Hallie, amiga!! Enriqueces mi espacio con tu presencia.

Mitsy Grey escribió:Un quehacer meticuloso, propio de hombre de campo que nos deja sus saberes, amasados e indistintos, entre sus luces y sombras. Un verdadero deleite para los sentidos. Congratulaciones, compañero.
Saludos. Mitsy

Tu análisis, amiga, me halaga profundamente. Gracias!

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:

Yo no sé de alumbramientos ni de noches ni de días.
Sé que ambos se suceden y van cambiando las vidas

Una mirada atrás meticulosa que busca y descubre con espíritu sosegado la verdad de las cosas.
Ha sido un placer, Carlos.
Un fuerte abrazo.

Vuelo a felicitarte por el logro obtenido con tu poema de semana y agradezco tu permanente presencia a mi lado. Valoro ese apoyo, amigo.

José Manuel Sáiz escribió:Despliegas una sobria elegancia en cada verso, en cada estrofa. Y esto otorga credibilidad a tu poema.
Un fuerte abrazo, amigo
J. Manuel

Agradezco tu bella réplica, José Manuel! Saludos cordiales.

Soberbio... poema.Me ha encantado su lectura. MI MÁS SINCERA ENHORABUENA.
Un beso de respeto.
BEGOÑA.[/quote]

Mi gratitud por lectura y comentario. Besos, poeta!