Editorial Alaire

¿Para qué tu ausencia entre los robles?
¿Para qué las tumbas crecientes de la metanfetamina?
Si ya he destruido el tímpano de los ángeles,
ya lo hice, amor.

El azar intenta formar obeliscos con los restos de mi naufragio.
Un péndulo de queroseno es siempre la lengua de los cipreses,
la obtusa lengua del tiempo descarrilada como saliva de olvido
que hace fosforecer a los cañaverales crecidos sobre ruinas de una factoría de aceite.
Allí bailan chicas anoréxicas, y hay un refugio de los cormoranes
que puede abarcar la dimensión del espanto.
Bailan frenéticamente, y se hieren la espalda
las chicas y los cormoranes.

Oh, camina. Camina como un signo de abandono por la piel de los jabalíes,
como una rótula del recuerdo que encuentra la palabra madre
para desmenuzarla.
Camina como el ente de los olmos, amor
hacia un aguacero de hachas.
Deja de escribir tu carta de balbuceos
y camina, de una puta vez, por los últimos railes del perdón
que llevan a la locura, donde te espero con una rosa entre los dientes.

El poema es un toque de queda que interpela al lirismo caudaloso. Y avanza con una velocidad imponente. La ausencia como arpía de la madera que duele, el presente inventando más de una vez el perfume de la herida y luego esa voz desanudada que falla para dictar belleza. En ese sitio donde la realidad se ofusca, se colman de dignidad las fuerzas del poeta.

Impresionante lo conseguido en este excelente trabajo.

Abrazo enorme, querido amigo.

El azar intenta formar obeliscos con los restos de mi naufragio.
Un péndulo de queroseno es siempre la lengua de los cipreses,
la obtusa lengua del tiempo descarrilada como saliva de olvido

Un millon de gracias, es maravilloso

Curra

Tremenda la tensión de este poema; magnífico el lenguaje; angustioso el mensaje amoroso al borde la locura. Marius, sólo te delata la palabra MADRE. Aminúscala, perdónala, hazle un rincón.
Salud.

Marius, eriza la piel ese contenido de tragedia subyacente, ¿amor-odio? Quizás, mas tu discursiva tiene esa fuerza que reviste, como coraza añejada por el tiempo. Tu poema me ha resultado sugestivo e impactante.

Un abrazo, Mitsy

Impresionante poema, Marius ...una verdadera y desgarradora sinfonía de imágenes que dejan a uno sin saber bien que decir tras recuperar el aliento después de su lectura.

Magnífica obra, querido amigo. Mis aplausos y un fuerte abrazo.

Este poema sobrecoge con su cruda realidad pero engancha de principio a fin. Un buen poema.
Besos
Pilar

Me gustó Marius tu poema, como dicen los compañeros lleno de gran lirismo, sin empalagoseos, y muy buenas imágenes.

A.B.
La Corporación

Un poema que te lleva con la lengua fuera. Desgarrador ese "camina", todo antes que quedarse varado en el raíl.
Se mastica la tensión y el deseo de que sealga de su estado. Me gustó mucho el comienzo y el final.
Salud.

Es impresionante, amigo, casi como un himno de la desesperación, la agonía de quien desfallece sin el alimento de la sangre amada. Me ha encantado todo el poema, pero la tercera estrofa tiene un enorme voltaje lírico y emocional, desarma.
Eres un gran poeta, ya lo sabes. Mi admiración, Marius. Abrazos.

hay siempre un reflejo pendular de brillos rojos danzando, una forma de ocultación que es eso lo que se acerca a los ojos y los moja. Eso sucede antes del enojo, un ámbar vidrioso en la mirada es lo más importante, tapa de palabras cada resquicio y los inunda, rojo pardo, oscuro reflejo.
me gusta mucho como va esto. Abrazo grande

Como de costumbre, tu voz persolalísima llega profundamente y atraviesa al lector. Me ha gustado.
Un abrazo.
Pepa

Es el estruendo de un puño cerrándose en la oscuridad, el estallido de todas las veladuras. Hay algo aquí, " Si ya he destruido el tímpano de los ángeles, " que acerca al lector a una profundidad demiúrgica y nihilista, a una pureza destructora. Un placer enorme, Marius. Abrazos, amigo.

Muy bello trabajo de Marius.

Muy bello trabajo de Marius.