Editorial Alaire

Elocuente versar con fuerza irónica
un placer leerte
saluditos

Un poema desgarrado, María, con tu fuerza que en el amor se vuelve piedra, siempre roca al frente de su propia vida, de su lucha. Yo también creo que uno es lo que es , tú te llamas María, con todas sus consecuencias, eso hacen las mujeres valientes, sí.

Un abrazo

Sara

Has tratado con originalidad, ironía y un cierto reproche un tema que juega con la ambigüedad y la hipocresía a veces. Creo que muchos y muchas nos sentimos identificados en las dos posiciones. En este caso, y cuando esto ocurre, y leyendo tu escrito, todos nos llamamos María y somos también el contrario.
Mis felicitaciones.
Un abrazo.
J. Manuel