QUIZÁS EN OTRA VIDA
Publicado: Mar, 24 Feb 2015 13:18
“Por mí
que se derrumbe si quiere
Si la mitad de lo que amaba ya no está conmigo…”
YO NO TENGO CASA. Carlos Ernesto García.
QUIZÁS EN OTRA VIDA
Quizás en otra vida (cuando por fin se olvide el mundo
de todos los que somos) y transitando en un entorno
ajeno y diferente, vivamos una historia
distinta a la de ahora.
Tal vez en esa vida
que empieza en una infancia
que estimo generosa, mi casa en ella tenga
más lumbre en el invierno, más caprichos y menos luz,
azul, en primavera, y donde me esperen unos padres
que aún no me imagino y conviva con amigos
que ahora no conozco. Si esa vida fuera así, entonces
no la quiero.
Acaso en ese mundo, los que hoy
en este nos queremos, no hallemos un indicio
siquiera de nosotros, y en una escena que repite
un bucle eternamente, aparezcas tú de pronto
pero un segundo siempre
después de que me olvidas. Si ello implica
perderte a ti de nuevo,
entonces, esa historia, no la quiero.
Puede que en ese mundo no haya flores,
océanos ni ríos, ni brille como ahora
el sol en los alberos (y es fácil que hasta fuera
un mundo hermoso y más perfecto, pero tan raro y tan ingrato
que ignore lo que fuimos, es decir, lo que somos
viviendo este momento);
si ese mundo, además de extraño, fuera así, entonces
no lo quiero.
De todos modos, puestos a dejar un poema
colgado en el futuro, que este hable de una vida
inercia de esta vida, donde mamá y papá me esperen
en una casa humilde como aquella, la casa de mi infancia
vivida en esta tierra: sin lumbre, sin caprichos, sin las cosas
que entonces yo no tuve (pero sí,
con esa hermosa luz, azul, de primavera). Quizás en esa vida
existan como en esta flores, árboles y ríos y brille como ahora
el sol y los luceros (y en la que tú no olvides
que siempre estuve cerca, y me encuentres un segundo
después de que me quieras). Si la vida en ese mundo es así
entonces no hay problema.
Tal vez este poema sea el eco de otro
que habita en lo olvidado (y no recuerdo),
donde escribí los mismos versos que en este ahora escribo.
Un poema que anhela y que describe
lo hermoso de otra vida, y en la que estamos los que somos
y fuimos en el mundo, como si hubiera un dios
muy bueno y muy sensible, que simplemente quiere
que siempre estemos juntos.
--oOo-
que se derrumbe si quiere
Si la mitad de lo que amaba ya no está conmigo…”
YO NO TENGO CASA. Carlos Ernesto García.
QUIZÁS EN OTRA VIDA
Quizás en otra vida (cuando por fin se olvide el mundo
de todos los que somos) y transitando en un entorno
ajeno y diferente, vivamos una historia
distinta a la de ahora.
Tal vez en esa vida
que empieza en una infancia
que estimo generosa, mi casa en ella tenga
más lumbre en el invierno, más caprichos y menos luz,
azul, en primavera, y donde me esperen unos padres
que aún no me imagino y conviva con amigos
que ahora no conozco. Si esa vida fuera así, entonces
no la quiero.
Acaso en ese mundo, los que hoy
en este nos queremos, no hallemos un indicio
siquiera de nosotros, y en una escena que repite
un bucle eternamente, aparezcas tú de pronto
pero un segundo siempre
después de que me olvidas. Si ello implica
perderte a ti de nuevo,
entonces, esa historia, no la quiero.
Puede que en ese mundo no haya flores,
océanos ni ríos, ni brille como ahora
el sol en los alberos (y es fácil que hasta fuera
un mundo hermoso y más perfecto, pero tan raro y tan ingrato
que ignore lo que fuimos, es decir, lo que somos
viviendo este momento);
si ese mundo, además de extraño, fuera así, entonces
no lo quiero.
De todos modos, puestos a dejar un poema
colgado en el futuro, que este hable de una vida
inercia de esta vida, donde mamá y papá me esperen
en una casa humilde como aquella, la casa de mi infancia
vivida en esta tierra: sin lumbre, sin caprichos, sin las cosas
que entonces yo no tuve (pero sí,
con esa hermosa luz, azul, de primavera). Quizás en esa vida
existan como en esta flores, árboles y ríos y brille como ahora
el sol y los luceros (y en la que tú no olvides
que siempre estuve cerca, y me encuentres un segundo
después de que me quieras). Si la vida en ese mundo es así
entonces no hay problema.
Tal vez este poema sea el eco de otro
que habita en lo olvidado (y no recuerdo),
donde escribí los mismos versos que en este ahora escribo.
Un poema que anhela y que describe
lo hermoso de otra vida, y en la que estamos los que somos
y fuimos en el mundo, como si hubiera un dios
muy bueno y muy sensible, que simplemente quiere
que siempre estemos juntos.
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