UN LOCO DE ATAR. (A LEOLPOLDO MARIA PANERO)
Publicado: Dom, 22 Feb 2015 8:03
Un loco de atar
anda atando cabos entre las piedras del rio
repitiendo en voz alta las mismas palabras de siempre
hermosas palabras sueltas entre los hombres.
Un día se detiene en la orilla
y orina sobre las manos para evitar el frio
pero descubre que no tiene manos
cuelgan a la espalda sobre sus nalgas
no tiene manos para evitar el frío
le habían atado las manos,
sufren de pérfida envidia, hermanas y hermosas manos,
odian a las esposas, las espaldas y los crepúsculos,
y el loco hace una pregunta en voz alta que nadie responde.
(alternancia de muñecas, casuística de la felicidad)
Felicidad era la madre del loco
a Felicidad le habían asesinado dos veces
dos veces consecutivas, las manos que odian a las esposas
las espaldas y los crepúsculos, las manos que sufren de pérfida envidia
(en ocasiones las manos, como plantas carnívoras,
devoran momentos de felicidad, pero no van más allá)
Un loco de atar
anda atando cabos entre las piedras del rio
un día se detiene en la orilla
y orina sobre las manos para evitar el frío
pero descubre que no lo tiene
las manos a la espalda cuelgan indolentes
no tiene manos disponibles para evitar las preguntas
no tiene frío, tampoco muñecas
han desaparecido.
Es entonces cuando descubre la razón
De tener una madre con ese nombre
La razón por la que nadie responde a sus preguntas
la misma razón por la que repite en voz alta
las mismas palabras de siempre
hermosas palabras sueltas entre los hombres.
anda atando cabos entre las piedras del rio
repitiendo en voz alta las mismas palabras de siempre
hermosas palabras sueltas entre los hombres.
Un día se detiene en la orilla
y orina sobre las manos para evitar el frio
pero descubre que no tiene manos
cuelgan a la espalda sobre sus nalgas
no tiene manos para evitar el frío
le habían atado las manos,
sufren de pérfida envidia, hermanas y hermosas manos,
odian a las esposas, las espaldas y los crepúsculos,
y el loco hace una pregunta en voz alta que nadie responde.
(alternancia de muñecas, casuística de la felicidad)
Felicidad era la madre del loco
a Felicidad le habían asesinado dos veces
dos veces consecutivas, las manos que odian a las esposas
las espaldas y los crepúsculos, las manos que sufren de pérfida envidia
(en ocasiones las manos, como plantas carnívoras,
devoran momentos de felicidad, pero no van más allá)
Un loco de atar
anda atando cabos entre las piedras del rio
un día se detiene en la orilla
y orina sobre las manos para evitar el frío
pero descubre que no lo tiene
las manos a la espalda cuelgan indolentes
no tiene manos disponibles para evitar las preguntas
no tiene frío, tampoco muñecas
han desaparecido.
Es entonces cuando descubre la razón
De tener una madre con ese nombre
La razón por la que nadie responde a sus preguntas
la misma razón por la que repite en voz alta
las mismas palabras de siempre
hermosas palabras sueltas entre los hombres.