besos que jamás encuentran una puerta para abandonar mi yo,

[curra anguiano]

Un rio, con el que Dios baño cada una de las aristas de mi ser,

esa que fue motor de las miradas desbordadas de ternura, mi padre,

ese pleno de amor, componiendo rosarios de minúsculos labios de sien,

trozos de mi que se desolaron, en una cruz de madera y ese brillo de El,

banderas del deber, honor y mas de ley, composiciones de dar el ser,

y un amor capaz de ser el mismo color, del abismo del solo existir.



Fuerzas que desembocan, torbellinos de ilusión, luchas que aclaran el sol,

y vidas que resurgen en cada pincelada, de amar, motivo único del azul,

cada ofrenda de una vida, que retuerce en sus herrajes, cada luz fugaz,

y esa suplica, que ahora es un trio, un valor que no descanse al suspirar,

regalar el amor a la esencia del no transformar y solo amar, al amar,

y un sembrado floreciente de retoños de fuerzas, que no sepan ceder.



Sombras de esas sonrisas que sin gotear, taladran a el ser, de felicidad,

complicidades, que cuentan secretos en olas, y acunan de paz pura al vivir,

palabras que se hacen códices en la compleja y mágica, existencia del devenir,

besos que hacen hogar y jamás encuentran una puerta para abandonar mi yo,

y por fin la oración, al agradecimiento, a cada pálpito que la vida derrama.

[José Manuel Sáiz]

Un rio, con el que Dios baño cada una de las aristas de mi ser,

esa que fue motor de las miradas desbordadas de ternura, mi padre,

ese pleno de amor, componiendo rosarios de minúsculos labios de sien,

trozos de mi que se desolaron, en una cruz de madera y ese brillo de El,

banderas del deber, honor y mas de ley, composiciones de dar el ser,

y un amor capaz de ser el mismo color, del abismo del solo existir.



Fuerzas que desembocan, torbellinos de ilusión, luchas que aclaran el sol,

y vidas que resurgen en cada pincelada, de amar, motivo único del azul,

cada ofrenda de una vida, que retuerce en sus herrajes, cada luz fugaz,

y esa suplica, que ahora es un trio, un valor que no descanse al suspirar,

regalar el amor a la esencia del no transformar y solo amar, al amar,

y un sembrado floreciente de retoños de fuerzas, que no sepan ceder.



Sombras de esas sonrisas que sin gotear, taladran a el ser, de felicidad,

complicidades, que cuentan secretos en olas, y acunan de paz pura al vivir,

palabras que se hacen códices en la compleja y mágica, existencia del devenir,

besos que hacen hogar y jamás encuentran una puerta para abandonar mi yo,

y por fin la oración, al agradecimiento, a cada pálpito que la vida derrama.

Me agrada ser el primero en comentar este hermoso poema que nos entregas.
Me ha parecido de un intimismo arrebatador. Mi más sincera felicitación, Curra.
Un abrazo
J. Manuel

[curra anguiano]

Muchas gracias, J manuel
Mil besos
Curra

[curra anguiano]

Muchas gracias

[curra anguiano]

Muchas gracias