Editorial Alaire

Manuel Alonso escribió:

Todos mis amigos llevan tarjetas de crédito y fotografías de los nietos en
las carteras.
Todos han pedido créditos y todos llevan a los nietos en los coches por los
parques.
Algunos han muerto sin devolver los créditos, ni los coches, ni los pisos de
parqué.
Otros lo han devuelto todo porque podían ó porque les daba vueltas la
cabeza en los bares de luces.
A algunos les han llevado a morir a casa, no han querido ir al centro
médico más próximo, por temor a ser identificados y han preferido sólo
vivir la experiencia.
Todos mis amigos son licenciados por la universidad de la vida. Algunos
además tienen carreras.
Otros se han conformado con tener sólo dinero.
Todos mis amigos son más altos que yo, más delgados que yo, más guapos
que yo, y tienen más dinero.
Yo no tengo crédito, ni tengo nietos. Pero mis amigos me envidian.
Tengo una mujer de bandera desde que la juré en la mili.
Se llama Esperanza y es vírgen.

Manuel Alonso escribió:
Todos mis amigos llevan tarjetas de crédito y fotografías de los nietos en
las carteras.
Todos han pedido créditos y todos llevan a los nietos en los coches por los
parques.
Algunos han muerto sin devolver los créditos, ni los coches, ni los pisos de
parqué.
Otros lo han devuelto todo porque podían ó porque les daba vueltas la
cabeza en los bares de luces.
A algunos les han llevado a morir a casa, no han querido ir al centro
médico más próximo, por temor a ser identificados y han preferido sólo
vivir la experiencia.
Todos mis amigos son licenciados por la universidad de la vida. Algunos
además tienen carreras.
Otros se han conformado con tener sólo dinero.
Todos mis amigos son más altos que yo, más delgados que yo, más guapos
que yo, y tienen más dinero.
Yo no tengo crédito, ni tengo nietos. Pero mis amigos me envidian.
Tengo una mujer de bandera desde que la juré en la mili.
Se llama Esperanza y es vírgen.