Ya no importa.
Publicado: Mar, 03 Feb 2015 17:34
Ya no importa que el viento olvide nuestros nombres,
que no me queden deseos por pedir
en las velas de cumpleaños,
que se oxiden en mi garganta los te quieros,
que la lluvia no me moje cuando caiga.
Ya no importa que no sienta tus pisadas,
ni que mis pupilas añoren el azar de verte,
ni el tiempo perdido circulando en mis arterias,
ni mi cuerpo adivinando su ceniza.
Ya no importa esta tibia levedad de no sentirse,
esta tuerca rota que ya no ajusta las cuentas,
esa ilusión que se suicidó sin remedios,
esas golondrinas que nunca volverán de su exilio.
Ya no importa que el cuento siempre acabe mal,
que se persiga la ilusión de los mudos,
que el desierto este aguardando su cal,
que nuestra bitácora nunca señale el norte.
Ya no importa, qué más da esta indolencia,
esta noble indiferencia con que esgrimimos
los gestos, los actos, la vida,
la imperfecta arquitectura de nuestras almas,
buscando un rayo de sol que nos alumbre
en esta oscuridad irreductible,
si el sol no es más que una mancha...
qué más da, amor, no te preocupe
si en los resquicios de nuestros labios,
se han podrido los besos
que no supieron cuidar la noche,
si hemos puesto a dormir a la muerte
entre nuestras cosas queridas,
bajo una plácida almohada.
que no me queden deseos por pedir
en las velas de cumpleaños,
que se oxiden en mi garganta los te quieros,
que la lluvia no me moje cuando caiga.
Ya no importa que no sienta tus pisadas,
ni que mis pupilas añoren el azar de verte,
ni el tiempo perdido circulando en mis arterias,
ni mi cuerpo adivinando su ceniza.
Ya no importa esta tibia levedad de no sentirse,
esta tuerca rota que ya no ajusta las cuentas,
esa ilusión que se suicidó sin remedios,
esas golondrinas que nunca volverán de su exilio.
Ya no importa que el cuento siempre acabe mal,
que se persiga la ilusión de los mudos,
que el desierto este aguardando su cal,
que nuestra bitácora nunca señale el norte.
Ya no importa, qué más da esta indolencia,
esta noble indiferencia con que esgrimimos
los gestos, los actos, la vida,
la imperfecta arquitectura de nuestras almas,
buscando un rayo de sol que nos alumbre
en esta oscuridad irreductible,
si el sol no es más que una mancha...
qué más da, amor, no te preocupe
si en los resquicios de nuestros labios,
se han podrido los besos
que no supieron cuidar la noche,
si hemos puesto a dormir a la muerte
entre nuestras cosas queridas,
bajo una plácida almohada.