Algunos ejemplos de TRANSLITERALIDAD
Publicado: Sab, 31 Ene 2015 23:58
Una cita, en general, es la reproducción de palabras o textos de otras personas o autores. Si se introducen en un texto propio, o bien se intercalan entrecomillándose, o bien se insertan en un texto aparte con una tipografía especial. Las buenas artes en la escritura rechazan la mezcla de ambos sistemas. Obviamente, las citas reproducen fielmente el texto original en su ortografía, puntuación y estilos tipográficos, y salvo cuando se intercala una cita en que las palabras se integren modificadas en el discurso del texto, en toda cita intercalada ha de señalarse el texto encerrado entre comillas, precisamente para indicar que se trata de una inserción literal.
Pues bien, como sabemos los aficionados a la poesía, una de las notas o cualidades de ésta reside en su literalidad, esto es, para transmitir lo que el verso dice hay que transcribirlo tal cual. Esto, ciertamente, no ocurre en el lenguaje corriente donde puede modificarse la frase muy sustancialmente y sin pérdida de significado. Además, ciertos versos o poemas o ciertos fragmentos de prosa han sido tan consagrados por el uso y referidos de tan diversas formas que pertenecen al acervo común, no ofreciendo problema alguno la identificación de la obra ni su autor correspondiente. Así, si decimos: "beatus ille, qui procul negotiis…", sabemos que nos estamos refiriendo a un texto de Quinto Horacio Flaco. Y que si se escribe: "y los agora tristes y afligidos, a tus pechos criados, de ti desposeídos", estamos citando unos versos de Fray Luis de León, por poner algún ejemplo. Y parece ser que, al incorporar a un escrito propio trascripciones de otros autores que pertenecen al dominio general, no es necesario entrecomillar las citas, puesto que ya sobra decir que no son “cosecha propia”. Así, no cabe hablar de plagio, sino de transliteralidad, concepto que podría quedar definido como el “intercambio” textual de otros autores con la creación literaria propia. Y ello sin entrecomillado alguno, claro. Para concretar esta cuestión voy a poner algunos ejemplos de transliteralidad que pueden encontrarse, sin ir más lejos, de san Juan de la Cruz a J. A. Valente:
I) “…Salí tras ti clamando…"
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual, 1
“…los ojos deseados
que tengo en mis entrañas
dibujados.”
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual, 12.
_____
"Salí tras ti
devuélveme a tus ojos
que tengo en mis entrañas
dibujados."
J.A. Valente. Fragmentos de un libro futuro.
II) “…Y pasaré los fuertes y fronteras”
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual, 5.
______
“…salta
los fuertes y fronteras…”
J.A. Valente. El fulgor, XIV.
III) “¡Apártalos, Amado,
que voy de vuelo!”
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual, 13.
______
“Ibas, que voy
de vuelo, apártalos, volando…”
J.A. Valente. El fulgor, XXX.
IV) “y la caballería
a la vista de las aguas descendía.”
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual,40.
______
“…y extenderé la luz, y la
caballería
a la vista de las aguas descendía.”
J.A. Valente. Material memoria.
Pues bien, como sabemos los aficionados a la poesía, una de las notas o cualidades de ésta reside en su literalidad, esto es, para transmitir lo que el verso dice hay que transcribirlo tal cual. Esto, ciertamente, no ocurre en el lenguaje corriente donde puede modificarse la frase muy sustancialmente y sin pérdida de significado. Además, ciertos versos o poemas o ciertos fragmentos de prosa han sido tan consagrados por el uso y referidos de tan diversas formas que pertenecen al acervo común, no ofreciendo problema alguno la identificación de la obra ni su autor correspondiente. Así, si decimos: "beatus ille, qui procul negotiis…", sabemos que nos estamos refiriendo a un texto de Quinto Horacio Flaco. Y que si se escribe: "y los agora tristes y afligidos, a tus pechos criados, de ti desposeídos", estamos citando unos versos de Fray Luis de León, por poner algún ejemplo. Y parece ser que, al incorporar a un escrito propio trascripciones de otros autores que pertenecen al dominio general, no es necesario entrecomillar las citas, puesto que ya sobra decir que no son “cosecha propia”. Así, no cabe hablar de plagio, sino de transliteralidad, concepto que podría quedar definido como el “intercambio” textual de otros autores con la creación literaria propia. Y ello sin entrecomillado alguno, claro. Para concretar esta cuestión voy a poner algunos ejemplos de transliteralidad que pueden encontrarse, sin ir más lejos, de san Juan de la Cruz a J. A. Valente:
I) “…Salí tras ti clamando…"
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual, 1
“…los ojos deseados
que tengo en mis entrañas
dibujados.”
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual, 12.
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"Salí tras ti
devuélveme a tus ojos
que tengo en mis entrañas
dibujados."
J.A. Valente. Fragmentos de un libro futuro.
II) “…Y pasaré los fuertes y fronteras”
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual, 5.
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“…salta
los fuertes y fronteras…”
J.A. Valente. El fulgor, XIV.
III) “¡Apártalos, Amado,
que voy de vuelo!”
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual, 13.
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“Ibas, que voy
de vuelo, apártalos, volando…”
J.A. Valente. El fulgor, XXX.
IV) “y la caballería
a la vista de las aguas descendía.”
S. J. de la Cruz. Cántico espiritual,40.
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“…y extenderé la luz, y la
caballería
a la vista de las aguas descendía.”
J.A. Valente. Material memoria.