Editorial Alaire

Jugamos,
sin contar más que el peso de esas plumas
que cubrían nuestra piel aventurera,
a ser dioses, profetas del deseo,
atrevidos viandantes del abismo más tierno
en su mitad vencida.

Pensábamos entonces en un mundo de azúcar,
de gaviotas errantes buscando aquel océano
perdido en nuestras bocas,
creímos saber los evangelios del destino
y conjugamos los tiempos de los árboles
con los ojos cerrados.

Éramos arrecifes en flor en el pecho contrario,
mundo inventado entre el perímetro
de la primera sed
y el vino de los cuerpos,
delineantes de un alba que llegaba sin prisa
al parto prematuro de los sueños.

El calendario no entraba en nuestro dogma
de sabernos indómitos, perpetuos,
prisioneros del hambre y la saliva,
del instante y la carne.

Nos jugamos tanto
que casi no recuerdo tu sonrisa.

Sé que te quise,
pero ha llovido mucho en tus ojos desde entonces.

Interesante trabajo Ma. José. Siempre los instantes de amor se transforman en sumatoria de ímpresiones a posteriori. Tú lo describes muy bien y lo demás está todo dicho. Felicidades.

Jn abrazo Mitsy

En el juego del amor, casi siempre salen perdiendo los dos, un bello poema amiga, un placer y un abrazo.

MARÍA JOSÉ, MUY BELLO TU POEMA ROMÁNTICO APRECIADA POETISA.

Pensábamos entonces en un mundo de azúcar,
de gaviotas errantes buscando aquel océano
perdido en nuestras bocas,
creímos saber los evangelios del destino
y conjugamos los tiempos de los árboles
con los ojos cerrados.

CARIÑOSO ABRAZO FRATERNO... Gallnnet

El calendario no entraba en nuestro dogma
de sabernos indómitos, perpetuos,
prisioneros del hambre y la saliva,
del instante y la carne.

Nos jugamos tanto
que casi no recuerdo tu sonrisa.



Es inmenso, maria jose,
Gracias

Curra

Muchas gracias Misty por leerme y por tu amabilidad.
Un abrazo

Siempre optimista con la vida y se agradece porque leerte es coger fuerzas para vivir. Me gustó el poema
Besos
Pilar

Discurren llenos de hermosura y ritmo estos versos María José, parecen posarse y a la vez, estar en vuelo. La memoria es selectiva y es capaz de obviar aquello que nos duele, para fabricar los recuerdos. quizás la lluvia en los ojos, y como tan bien dices, el azúcar, para siempre enjugando los labios.
Un beso, un placer grande leerte

Manuel, mil gracias, compañero.
Tu presencia en mis versos es un regalo.
Un abrazo

Muy bello poema de María José.

Me ha gustado mucho este encantador poema, lleno de matices reminiscentes, de melancolía por la nostalgia, de una argumentación sólida, ordenada, pulcra, y de un remate fantástico. Es lo que se dice, un poema redodndo, muy agradable al espíritu.

Un abrazo grande, amiga.
Óscar

El amor permanece, ya sea en el recuerdo, aunque el tiempo borre sus síntomas. Me ha gustado a capazos.
Un abrazo.
Pepa

Una lírica muy hermosa, María José, llegan ágiles los versos, para quedarse.

Siempre es un placer beber de tu poesía.

Un abrazo, amiga.

Muy bello trabajo de María José.