Editorial Alaire

En silencio, siluetas conocidas del infierno,

parecen acercarse muy despacio, ese clavo ensangrentado,

ese dolor que incesante martillea y todo mi pánico

y esa paz de los etéreos, de los besos, de las manos,

ese sueño, que hoy vestido de marrón , ya casi no vi,

y mis ojos que se llenan de dolor y pierden su luz.




Ese juego, que engaña con los tiempos, esas esquinas,

y las lanzas, que con descaro, rompen de nuevo, las trozos de mi,

mil suplicas, cuatro tratos con la vida y un tu,

rodando los mil sueños del desván de los conjuros,

y tantos gritos que no acalla la paz y solo no quieren mas,

preparando al alma las maletas, se tiene que marchar.




Un susurro de una vida que aun circula, mis duendes,

y todas los milagros que en esa caja, mas grande, guarde,

pincelando en las entrañas un viernes en gris,

y todos los miedos que se esconden en el valor del rodar,

y todos los instantes con sedas, y lo que el tiempo espera,

y esa llave que esconde, lo que aun no guarde, y la vida.




Y ese cielo que hoy no quiere abrir, un calor lánguido del sol,

un tiempo que lento no tenga que correr, una promesa de olor,

una mañana que hoy no llega, y una fuerza que no sabe venir,

y mi noche que asustada acurruca ternura y dolor

Duele en su belleza, Curra.

Abrazo grande y gracias siempre por compartir.

un millón de gracias hallie

curra anguiano escribió:
En silencio, siluetas conocidas del infierno,
parecen acercarse muy despacio, ese clavo ensangrentado,
ese dolor que incesante martillea y todo mi pánico
y esa paz de los etéreos, de los besos, de las manos,
ese sueño, que hoy vestido de marrón , ya casi no vi,
y mis ojos que se llenan de dolor y pierden su luz.

Ese juego, que engaña con los tiempos, esas esquinas,
y las lanzas, que con descaro, rompen de nuevo, las trozos de mi,
mil suplicas, cuatro tratos con la vida y un tu,
rodando los mil sueños del desván de los conjuros,
y tantos gritos que no acalla la paz y solo no quieren mas,
preparando al alma las maletas, se tiene que marchar.

Un susurro de una vida que aun circula, mis duendes,
y todas los milagros que en esa caja, mas grande, guarde,
pincelando en las entrañas un viernes en gris,
y todos los miedos que se esconden en el valor del rodar,
y todos los instantes con sedas, y lo que el tiempo espera,
y esa llave que esconde, lo que aun no guarde, y la vida.

Y ese cielo que hoy no quiere abrir, un calor lánguido del sol,
un tiempo que lento no tenga que correr, una promesa de olor,
una mañana que hoy no llega, y una fuerza que no sabe venir,

y mi noche que asustada acurruca ternura y dolor

Como ignorante que soy, no sé si pertenece a tu vida, o por el contrario es fruto de tu talento.
Fuere lo que fuere, no dejas indiferente cuando se te lee...
Mi felicitación por el chorro de imágenes que siempre dejas en tus poemas.
Un gran abrazo.

tengo la suerte de poder contestar que tengo una enfermedad que provoca grandes dolores en brotes y ayer comenzó una crisis, las imágenes de ternura corresponden a la visita de mi amigo soñado, y la gran pregunta de mi alma es si el, podrá vencer a mi dolor, o su ausencia terminara con la relación.
al final de la noche escribí otro poema en el que le daba como perdedor.

Los médicos en la unidad del dolor me pidieron que escribiera sobre el para ayudar a otras personas con grandes dolores.
es el relato del dolor mismo

Resucita la mañana, con los restos de unos sueños, que no se quieren marchar,

que abrazando a un suspiro y a un recuerdo, no quieren hoy pensar,

halo de un miedo marchito, de tono arrugado, que no quiso saltar,

un cuadrado deforme, castillo alado de un credo, que no se explica bien.




Ese caballo de barro, que existe en sus pasos y palidece en su fin,

ese cielo impar, de tablas adornadas con palabras de adiós,

esa casa de humos, los cuerpo que no llegan y las palabras dispensadas,

discursos, conjurados por los cielos que en su forma me hablan a mi.




El frio, que al posar sus copos en mi alma, entiende la forma del gris,

y en el paseo de sus ausencias, recorre insensato el camino de un no,

y pesando, sin medir, sustenta los egoísmos de un vivir y la necesidad,

el puente con grietas, que sin mentir, da y ofrece agujeros por tapar.




Y mi alma de viernes, que el dolor, pone a escribir,

y entiende hoy, mil sentencias que no quiso oír,

y descubre de las magias el fin,

y sujeta ese beso y un crucifijo para intentar no morir,

intrépida y aun valiente se adentra en su vivir,

sabiendo que es difícil volver a querer así

y sabiendo que hará de esta historia un verso,

para el mas hermoso poema de su escribir.



Quinteño, esto es lo que mi mente concluyo que sucedería
Y te lo contare, pero tiene pinta que será lo que sucedera

Comprendo lo que te ocurre y hay que tener valor para soportar el dolor. Escribir es importante para ayudar. Siempre me gustan tus imágenes
Besos
Pilar

gracias pilar ... tienes un alama muy grande, un gusto tenerte

Hola, Curra, vengo a este poema, ahora ya sabiendo que va ligado al anterior que te comenté.

Me conmueve hondamente tu lucha contra el dolor. Y, ¿qué decir de tu amigo, que va y viene?

Te diré que en mí tienes a otro amigo, imagínate si quieres a un niño que te cuenta cuentos, pero sobretodo, cuando te acribille ese brutal dolor, no dejes de escribirme y escribirnos; entre todos lo venceremos, no estas sola; estamos aquí para vivir y defender la vida con uñas y dientes.

Recibe todo mi afecto y un caluroso abrazo, amiga.

estimado Raul, gracias
me apoyo en los poemas y por metonimia en quien los acompaña .. en su camino hacia la comunicación
tendras que rematar la trilogía ,,, es esta noche que el dolor se hacia muerte

la paz de cada coma de mis sueños Responder citando Editar/Borrar este mensaje



Tarde roja, hora de toros, dolor,

El frio que perfora el silencio, y tiembla,

su susurro que desdibuja mi casa y mi calma,

una cama de hierro y cubierto de pinchos.




Un grito que en el alma hace peso y mata,

la ventana que en su fondo, nunca calla,

y al preguntar al cielo, por disculpas,

simplemente, contesta en silencio, la nada.




Mi único amante verdadero, mi tren sin madrugada,

el veneno, de toda la paz de cada coma de mis sueños,

el olvido del los nombres, de quien amas,

ese trago amargo, que esta noche ya no pasa.




La furia de rabia, que esta noche esta enterrada,

Los giros que no aparcan, el no saber si vida sigue aquí,

los besos con la muerte que abrazas en por fin,

y este verso, que se lleva lo ultimo que queda de mi


gracias por tu amistad