sintiéndote el mundo, y yo siendo tu amante,
Publicado: Mié, 21 Ene 2015 5:42
Secando trapos viejos llorados en el viento
desojando campanillas del silencio, nombrándote,
con el alma del amor, rezando en invierno, primaveras,
como niña, cerrando la ilusión en mis casa de muñecas,
preguntando a mis estrelles quien me quito mi nombre.
Y sentada en los sueños de la damas de la magia,
desarmando mis deseos en la noche fría, que negra no te ha traído,
y durmiendo con mis noches, que hablan en poesía,
con los besos del recuerdo, haciéndole casa al tiempo
y sintiéndote el mundo, y yo siendo tu amante,
con las huellas que en mi alma se esparcen.
Mi corazón, lleno de vida, que muy dentro se acurruca,
que en cada latido, abraza la magia, ese rayo pequeño, ese feliz,
esa calma que no llora, esa paz que no suplica, es luz que abarca,
y todo eso que no se, que me funde con mis fuerzas,
y con todo lo que de mi, sabe dios, y lo que se sienta,
y esa luz sin queja, con la que cada día comienza.
Y solo, atesorando destellos, rebobinando segundos,
jugando a la suerte con mis miedos, y en cada paso agradeciendo.
Un camino a un pasaje sincero,
la ternura que acaricia mis olas,
la dulzura de las calmas,
los abrazos con el alma,
la paz que amansa el ansia,
el mismo cielo en los ojos,
un vida en mi velero,
la luz de lo que quiero
el color de lo que debo,
esos ojos verdes que cada día entienden,
el silencio de un te quiero,
y todo lo que siento
desojando campanillas del silencio, nombrándote,
con el alma del amor, rezando en invierno, primaveras,
como niña, cerrando la ilusión en mis casa de muñecas,
preguntando a mis estrelles quien me quito mi nombre.
Y sentada en los sueños de la damas de la magia,
desarmando mis deseos en la noche fría, que negra no te ha traído,
y durmiendo con mis noches, que hablan en poesía,
con los besos del recuerdo, haciéndole casa al tiempo
y sintiéndote el mundo, y yo siendo tu amante,
con las huellas que en mi alma se esparcen.
Mi corazón, lleno de vida, que muy dentro se acurruca,
que en cada latido, abraza la magia, ese rayo pequeño, ese feliz,
esa calma que no llora, esa paz que no suplica, es luz que abarca,
y todo eso que no se, que me funde con mis fuerzas,
y con todo lo que de mi, sabe dios, y lo que se sienta,
y esa luz sin queja, con la que cada día comienza.
Y solo, atesorando destellos, rebobinando segundos,
jugando a la suerte con mis miedos, y en cada paso agradeciendo.
Un camino a un pasaje sincero,
la ternura que acaricia mis olas,
la dulzura de las calmas,
los abrazos con el alma,
la paz que amansa el ansia,
el mismo cielo en los ojos,
un vida en mi velero,
la luz de lo que quiero
el color de lo que debo,
esos ojos verdes que cada día entienden,
el silencio de un te quiero,
y todo lo que siento