Editorial Alaire

...

Y dices que te vienes pero te quedas.
Te quedas y te anocheces.
Y te tragas todas las estrellas.

Escancias universos negros derramando su oscuro caldo
mientras el mundo rueda, perdido...

Y me hablas, pero solo veo tu lengua de nimbo
arrastrando aspera el paraíso, dejando
un rastro de hojas secas al viento.

Y yo, aquí, susurrando a los océanos,
horneando cordilleras,
taponando los abismos,
lanzando a ecos tu nombre

a la Nada.

.
.
.

Hermoso, Ventura, me ha gustado mucho, es un placer amigo leer este desconcierto, y de paso le quito el cero, un abrazo.

Y yo, aquí, susurrándo a los océanos,
horneando cordilleras,
taponando los abismos,
lanzando a ecos tu nombre

a la Nada.


si la llamas tan bonito, seguro que vendrá !!!

gracias

Un poema hermoso, grande, poderoso, que provoca en su discurso el moviemiento de las grandes fuerzas de la naturaleza.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo.

Porque se llama Nada, seguro que se llama Nada y resulta un hermoso nombre, desde ahora.
( Ver la botella medio llena, ¿ves?)

Abrazos mediterráneamente salados.

Manuel Alonso escribió:Hermoso, Ventura, me ha gustado mucho, es un placer amigo leer este desconcierto, y de paso le quito el cero, un abrazo.

Pues nada, amigo, más me gusta a mi que pases y que además encuentres cosas que te gusten en mis letras.
Un abrazo fuerte Manuel

Un poema original y venturoso. Me gustó
Besos
Pilar

curra anguiano escribió:Y yo, aquí, susurrándo a los océanos,
horneando cordilleras,
taponando los abismos,
lanzando a ecos tu nombre

a la Nada.


si la llamas tan bonito, seguro que vendrá !!!

gracias

Gracias curra por tu bonito reflejo en mis letras. Un placer tenerte por aquí.
Un beso compañera

Un poema, que llega como un universo, y cala como un océano...
Magnifico, Ventura, magnifico de verdad.
Un placer, pasar y leerte.
Un abrazo.

Ventura Ramos López escribió:...

Y dices que te vienes pero te quedas.
Te quedas y te anocheces.
Y te tragas todas las estrellas.

Escancias universos negros derramando su oscuro caldo
mientras el mundo rueda, perdido...

Y me hablas, pero solo veo tu lengua de nimbo
arrastrando áspera el paraíso, dejando
un rastro de hojas secas al viento.

Y yo, aquí, susurrando a los océanos,
horneando cordilleras,
taponando los abismos,
lanzando a ecos tu nombre

a la Nada.

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Me ha gustado mucho este poema-reclamo que se agiganta en el lenguaje y en la metáfora. Tiene la cualidad feliz de crear emoción, de crear empatía con el lector. Por supuesto, como no si, el poema, desde el primer verso, ha emprendido el camino del sentimiento puro, auténtico, genuino, que nace del estro de un poeta con talento. Con este poema, te has ganado un lugar especial en mi memoria poética.

Un abrazo.
Óscar

Me ha gustado mucho el monólogo interior que escapa hacia el afuera nevado de intemperies.
Duele, conmociona y acompaña. Es muy bueno contar con tus versos, querido amigo.

Abrazos y felicidad.

J. J. M. Ferreiro escribió:Un poema hermoso, grande, poderoso, que provoca en su discurso el moviemiento de las grandes fuerzas de la naturaleza.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo.

No sabes amigo Ferreiro el placer que me da tenerte en mis letras y que te haya gustado.
Gracias por tus amables palabras, un fuerte abrazo

Inmensas imágenes en las que me ha encantado perderme.
Un abrazo

Ventura Ramos López escribió:...

Y dices que te vienes pero te quedas.
Te quedas y te anocheces.
Y te tragas todas las estrellas.

Escancias universos negros derramando su oscuro caldo
mientras el mundo rueda, perdido...

Y me hablas, pero solo veo tu lengua de nimbo
arrastrando aspera el paraíso, dejando
un rastro de hojas secas al viento.

Y yo, aquí, susurrando a los océanos,
horneando cordilleras,
taponando los abismos,
lanzando a ecos tu nombre

a la Nada.

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Es una relación complicada. Un poema inteligente y bello. Te felicito, Ventura. Abrazos, ERA

Concha Vidal escribió:Porque se llama Nada, seguro que se llama Nada y resulta un hermoso nombre, desde ahora.
( Ver la botella medio llena, ¿ves?)

Abrazos mediterráneamente salados.

Pues Nada, nada, que así sea...
Gracias por tu brisa marina que siempre llega, Concha!
Un beso grande!