Editorial Alaire

Se nos fue María... se nos fue en silencio.

Sus ojos han visto el transcurrir de la vida por tres siglos
y decidió que ya era hora de partir.
Un catarrillo de verano
fue el causante de que se parase la cuerda
de su reloj biológico.

María tuvo 11 hijos.
La sobreviven 8, una legión de nietos
y un batallón de biznietos.

Su lucidez y su privilegiada memoria
era el asombro de todos los que la hemos conocido,
recordaba perfectamente los teléfonos de todos sus hijos,
las fechas de cumpleaños de todos ellos,
de sus nueras y yernos,
de nietos y biznietos.

Y fue una mujer acogedora, discreta,
observadora y callada,
de conversación inteligente
y con una elegancia innata.

Para nadie pasó inadvertida
y nos deja una estela majestuosa
de dulce humanidad.

Sus ojos se cerraron a los 107 años,
después de ver pasar la vida por tres siglos.
Un beso, dulce María.

© MAR

Un homenaje hermoso y entrañable, querida Marisa. Tres siglos con mucha vida deplegada; el poema llega, se detiene, es una compañía para todos.

Abrazo fuerte y felicidad.

Un poema hermoso de recuerdo a una vida vivida en plenitud de facultades hasta una edad casi inalcanzable para la mayoría. Todo un logro.
Besos
Pilar

Un sentido poema, Marisa, para la despedida y el recuerdo de alguien muy especial.

Te envío toda mi compañía y un abrazo

lamento contigo, tan valiosa perdida ....
hermoso homenaje

gracias

Una dulce y bella ofrenda llena de amor y admiración.
Un beso, poeta, ha sido un placer leerte

Buen epitafio, Marisa, para alguien que ha vivido tantos años que no fueron de soledad, ni de silencios.

Un hermoso y tierno poema a esa mujer tan lonjeva pero den gran corazón. Un abrazo, amiga.

Una vida, llena de vida... Quién tuviera tal suerte la de vivir tanto y conocer tres siglos...
Noble gesto, Marisa, tu dedicatoria a la difunta de María.
Un abrazo.

Parece que fue un final feliz. Me ha gustado este homenaje tan sentido y bello.
Un abrazo.
Pepa

Marisa Peral escribió:Se nos fue María... se nos fue en silencio.

Sus ojos han visto el transcurrir de la vida por tres siglos
y decidió que ya era hora de partir.
Un catarrillo de verano
fue el causante de que se parase la cuerda
de su reloj biológico.

María tuvo 11 hijos.
La sobreviven 8, una legión de nietos
y un batallón de biznietos.

Su lucidez y su privilegiada memoria
era el asombro de todos los que la hemos conocido,
recordaba perfectamente los teléfonos de todos sus hijos,
las fechas de cumpleaños de todos ellos,
de sus nueras y yernos,
de nietos y biznietos.

Y fue una mujer acogedora, discreta,
observadora y callada,
de conversación inteligente
y con una elegancia innata.

Para nadie pasó inadvertida
y nos deja una estela majestuosa
de dulce humanidad.

Sus ojos se cerraron a los 107 años,
después de ver pasar la vida por tres siglos.
Un beso, dulce María.

© MAR

Maravilloso poema MAR! Me conmueve la belleza del homenaje al legado y el único silencio de María. Abrazos, ERA

[quote="Marisa Peral"]Se nos fue María...

Gracias a todos por vuestro paso:

Hallie, Pilar, Raul, curra, Liz, F.Enrique, Manuel Alonso, Pepa, Roxane...

Fue una mujer extraordinaria que dejó un huella imborrable.
Un abrazo a todos.

Un hermoso homenaje lleno de sensibilidad.
Un placer leerte, Marisa.
Fuerte abrazo.