Intenciones

[Macedonio Tracel]

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Intenciones

Es momento para un optimismo programado.
Para sentir que el óxido no me exime de sembrar,
en mi caso, de ofrecer sed y clavos. Como se diga,
dispondré aquí algunas ligeras palpitaciones planetarias
que informarán que sigue mi interés por la casuística
del hábito que me precede. Todavía me ilusiona
conformarme, clausurar alguna vez este tamiz de mirar.
Mis bolsillos desde ello han sido irreparables,
y es verdad, no alcancé jamás a formar mis callos,
no pude conseguir nunca las cuotas donde atrapar,
tan solo sea, un viso de ese contagio donde la piel existe.
Al momento de insolarme, y la edad para eso es buena,
intenté salir por el riñón al plexo de mis gestos.
En otro pliegue insistir hubiera sido enmendarse
y no quiero eso para mí. Mi método ya nunca dejará
de ser un charco aunque podría, algo de estudio mediante,
empujar fuera hasta las últimas gotas de oler, hociquear,
como se diga, restaurar lo que sale de atravesar
el cansancio. Considero que ayudaría a recrear el aire,
el despliegue inmerecido de la ternura, la voz baja, las
buenas costumbres. Las urgencias finales no me han servido.
Siempre llega el día de los parcos y es como los que van
de contramano, uno por ahí camina, las valijas rotas,
los jirones a cuestas, nada que se deba a la tristeza.
Uno solo piensa en esos gestos desoídos, en distancias
que nacieron ya arrasadas y entonces de nuevo, justo
antes de amanecer la ilusión asalta y arma su feroz desamparo,
una bandera ondea sola donde comenzar valía la pena y aguantar
y estremecer los ojos y arquearse y morirse del dolor que da subirse
fe a la espalda, brilla como una línea de la costa cuando el río la abraza.






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[Manuel Alonso]

Es muy bello Macedonio, y me ha entusiasmado el final. Un placer, amigo y un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Hay mucha fuerza en este camino de poesía; venís del fondo de vos, con mil visiones itinerantes y convulsas. Todas son pálpito y rugido; los pliegues tan finamente expuestos sobre bancos de sal y verdad sonora. Cuando vamos acercando el corazón a los finales de su tormenta, parece que la claridad lo ensimisma todo. Limpio, noble, abierto. Has dejado aquí un hermosísimo trabajo, heráldicas y nativas sus intenciones.

Abrazo y felicidad.

[Rafel Calle]

Muy bello poema, amigo Macedonio, donde propones un interesantísimo soliloquio que se adentra en los balances de un tránsito donde no falta una personalidad tan marcada que, en lo convencional, ha podido resultar excluyente. Es reseñable que en las postrimerías del encanto, se niega la rendición; pese a todo, el basamento aún aguanta, luego, siempre es posible reconstruir la condición de uno mismo.

Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Abrazos.

[F. Enrique]

Lo que me gusta de ti, aparte de esa valentía y dureza con la que te tratas a ti mismo, es que nunca te das un respiro en ninguno de tus poemas, en todos escribes, aunque a veces puedas dar a entender lo contrario para relajar un poquito la tensión tan fuerte e in crescendo, con la pasión del que se juega un poco la vida.

[E. R. Aristy]

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Intenciones

Es momento para mi optimismo programado.
Para sentir que el óxido no me exime aún de sembrar,
en mi caso, de ofrecer sed y clavos. Como se diga,
dispondré aquí algunas ligeras palpitaciones planetarias
que informarán que sigue mi interés sobre la casuística
del hábito que me precede. Todavía me ilusiona
conformarme, clausurar alguna vez este tamiz de mirar
pues mis bolsillos desde ello han sido irreparables,
y es verdad, no alcancé jamás a formar mis callos,
no pude conseguir nunca las cuotas donde atrapar,
tan solo sea, un viso del contagio donde la piel existe.
Al momento de insolarme, y la edad para eso es buena,
intenté salir por el riñón a un plexo de mis gestos.
En otro pliegue insistir hubiera sido como enmendarme
y ya no quiero para mí eso, mi método ya nunca dejará
de ser un charco. Podría, algo de estudio mediante,
empujar fuera hasta las últimas gotas y oler, hociquear,
como se diga, restaurar algo que me salió de atravesar
el cansancio, considerar que ayudé a recrear en el aire
el despliegue inmerecido de la ternura. La voz baja y las
buenas costumbres, las urgencias finales no me han servido.
Siempre llega el día de los parcos y es como los que van
de contramano, por ahí uno camina, las valijas rotas,
los jirones a cuestas. Nada que se deba a la tristeza.
Uno solo piensa en los gestos desoídos, en distancias
que nacieron ya arrasadas y entonces de nuevo, justo
antes de amanecer la ilusión asalta y arma su feroz desamparo,
una bandera sola ondea donde comenzar valía la pena y aguantar
y estremecer los ojos y arquearse y morirse del dolor que da subirse
fe a la espalda, brilla como la línea de la costa cuando abraza el río.





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Extraordinario y bello poema, Macedonio, muy de mi gusto porque hay que leer con mente ecléctica, y releer, para sacarle aún más zumo. Creo la intención es de seguir siendo genuino pese a los absurdos. Un beso, ERA

[curra anguiano]

Uno solo piensa en los gestos desoídos, en distancias
que nacieron ya arrasadas y entonces de nuevo, justo
antes de amanecer la ilusión asalta y arma su feroz desamparo,
una bandera sola ondea donde comenzar valía la pena y aguantar


nunca olvides que el mundo es un lugar amigo !!!
gracias

[J. J. Martínez Ferreiro]

y estremecer los ojos y arquearse y morirse del dolor que da subirse
fe a la espalda, brilla como la línea de la costa cuando abraza el río.


Un poema de gran densidad lírica. Me gustó sobre todo ese impagable final donde el poeta muestra el alto precio de ese optimismo que de se hace necesario, creativo y generador.

Un abrazo, amigo Macedonio.

[Macedonio Tracel]

Es muy bello Macedonio, y me ha entusiasmado el final. Un placer, amigo y un abrazo.

Gracias siempre Manuel

[Macedonio Tracel]

gracias Hallie, te regalo aire, que sé yo, me dieron ganas, aire de buenos aires que ya sabés no es gran cosa, eh, pero a veces de tan contradictorio hace bien como un cigarrillo. beso hermana. siempre sos buena conmigo.

[Miguel Ángel Martínez Góm]

"Todavía me ilusiona
conformarme, clausurar alguna vez este tamiz de mirar"

Hermoso poema, amigo Macedonio, con versos muy bellos y sugerentes.
Felicidades.
Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Enfrentar, aceptar, contarlo como el que se desnuda de la propia piel y dejar al final, al pie de todo, una sonrisa. Me ha gustado mucho tu poema.
Un abrazo.
Pepa

[Óscar Bartolomé Poy]

"brilla como una línea de la costa cuando el río la abraza."

Esa última imagen es deslumbrante. Me ha gustado lo introspectivo y reflexivo del poema y, en cuanto a lo meramente formal o estético, su ritmo y puntuación, con largas oraciones subordinadas donde también cabe la duda dentro de un soliloquio muy hamletiano.

Saludos, Macedonio.

[Óscar Distéfano]

Me ha gustado mucho esta introspección frenética, estimado amigo. Mucha carga semántica, honda expresividad. Todo el trabajo resulta un corpus compacto, dicente.

Un gran abrazo.
Óscar