Quiero y no quiero
Publicado: Mié, 14 Ene 2015 0:17
No quiero un tesoro sin mapa en que buscarlo
ni una nube perfecta,
no un carmín que congele mis silencios
ni un cuerpo de mármol reluciente,
no quiero una mansión ni un beso de película
que detenga el tiempo y el deseo en pocos milímetros,
no un camino sin sitio en que sentarse
a mirar los horizontes anticuados.
No quiero grandes cosas
que aminoren el curso de mis párpados
y congelen el otoño de las flores,
no dinero, ni más fama
que la que deje un zapato en algún charco.
Solo quiero una vida del tamaño de un puño
por donde todo escapa, una casa pequeña
con un sofá del tamaño de tus brazos abiertos,
un beso tan humilde que al comerlo
se nos desborde el hambre por los labios.
Quiero los recuerdos secos y mojados,
las hojas crujientes que me anuncian
una melancolía distinta,
los colores y el alba,
el negro y la noche,
quiero la riqueza de aquél que, tras su muerte,
sobrevive a las sombras en un pálpito ajeno
y en su deriva halló a los náufragos del viento.
Quiero el miedo y la paz,
la sed y la certeza,
¡hay tanto que quiero y que no quiero!.
ni una nube perfecta,
no un carmín que congele mis silencios
ni un cuerpo de mármol reluciente,
no quiero una mansión ni un beso de película
que detenga el tiempo y el deseo en pocos milímetros,
no un camino sin sitio en que sentarse
a mirar los horizontes anticuados.
No quiero grandes cosas
que aminoren el curso de mis párpados
y congelen el otoño de las flores,
no dinero, ni más fama
que la que deje un zapato en algún charco.
Solo quiero una vida del tamaño de un puño
por donde todo escapa, una casa pequeña
con un sofá del tamaño de tus brazos abiertos,
un beso tan humilde que al comerlo
se nos desborde el hambre por los labios.
Quiero los recuerdos secos y mojados,
las hojas crujientes que me anuncian
una melancolía distinta,
los colores y el alba,
el negro y la noche,
quiero la riqueza de aquél que, tras su muerte,
sobrevive a las sombras en un pálpito ajeno
y en su deriva halló a los náufragos del viento.
Quiero el miedo y la paz,
la sed y la certeza,
¡hay tanto que quiero y que no quiero!.