Editorial Alaire

ESPLÉNDIDO ROMANCE, poeta, me alegra ser la primera en felicitarte y habrá más, sin dudas.

Enhorabuena. Mitsy

Subrayo lo que indica nuestra amiga Mitsy. Es un poema estupendo, tierno y emotivo.
Mis felicitaciones, Quinteño.
Fuerte abrazo.

Precioso. Ternura desmedida en estos bellos versos.
Un fuerte abrazo

Mitsy Grey escribió:ESPLÉNDIDO ROMANCE, poeta, me alegra ser la primera en felicitarte y habrá más, sin dudas.

Enhorabuena. Mitsy

Muchas gracias, Mitsy Grey, por tu amable huella.
Un cordial abrazo.

MMartinezGo escribió:Subrayo lo que indica nuestra amiga Mitsy. Es un poema estupendo, tierno y emotivo.
Mis felicitaciones, Quinteño.
Fuerte abrazo.

Muchas gracias, M.Martinez, por tu cordial huella.
Un gran abrazo.

Ventura Ramos López escribió:Precioso. Ternura desmedida en estos bellos versos.
Un fuerte abrazo

Muchas gracias, Ventura, por tu amable huella.
Un cordial abrazo.

Qué bonito, Quinteño.

Con estos octosílabos, tan bien marcados, logras un efecto muy cantable para esta bella historia. Enhorabuena.

Víctor

Quinteño de Greda escribió:Un ángel bajó del cielo
en la fría madrugada
y en mi vigilia del sueño
se puso junto a mi cama.
Era de puro candor
lo angelical de su cara,
era aquel ángel de luz
un aura con blancas alas.
Recuerdo que bien recuerdo
con el timbre que me hablaba,
era su voz celestial
profunda, vibrante y clara.
Era una fuente de paz
en un lucero de plata,
era cual ola del mar
el tono en que musitaba,
era la voz de mi madre
para cantarme una nana…

Oh! Qué bello canto! Un placer leerte Quinteño. Abrazos, ERA

Víctor F. Mallada escribió:Qué bonito, Quinteño.

Con estos octosílabos, tan bien marcados, logras un efecto muy cantable para esta bella historia. Enhorabuena.

Víctor

Gracias, mi buen amigo Victor, por tu gentil comentario.
Un gran abrazo.

E. R. Aristy escribió:

Quinteño de Greda escribió:Un ángel bajó del cielo
en la fría madrugada
y en mi vigilia del sueño
se puso junto a mi cama.
Era de puro candor
lo angelical de su cara,
era aquel ángel de luz
un aura con blancas alas.
Recuerdo que bien recuerdo
con el timbre que me hablaba,
era su voz celestial
profunda, vibrante y clara.
Era una fuente de paz
en un lucero de plata,
era cual ola del mar
el tono en que musitaba,
era la voz de mi madre
para cantarme una nana…

Oh! Qué bello canto! Un placer leerte Quinteño. Abrazos, ERA

Gracias, ERA, por tu tan gentil huella.
Un fuerte abrazo.