En el crematorio de los ángeles...
Publicado: Mié, 07 Ene 2015 23:36
Desvalijada la inocencia del alma,
la materia se desvirtúa y marcha sola, apátrida.
La carne
ya no se recuesta en sus vísceras.
Anestesiado el sentir tras el pentotal de las horas
se fagocita a si mismo el anhelo.
Y no hay espacio para la credulidad
en medio de la incineración...
Somos duros de fe... o la hemos perdido,
mas en cualquier caso, luchamos por la vida.
-Será quizás el mandato
de nuestro mapa genético-
El ojo visor del otro -que enjuicia y obtura-
aplaca la necesidad tribal de vivir en comunidad.
La flama del abrazo candente
huye de su rueda,
alejándose cada vez más, de su centro o eje.
Se nos desbarata el ser
por las colinas de la memoria - y aprehendemos -
a ser autosuficientes o a intentarlo, al menos.
El que no supere la prueba
entrará en el deshonor de los caídos sin recursos.
¡Sobrevivirá el más fuerte!
Es el crematorio de los ángeles,
la impudicia de ser buenos... y el tatuaje del cielo.
Se nos ha instalado el triple 6, del descrédito... ¡bienvenidos al infierno!
Los huesos entran en ósmosis
sin vestido ni aliento...
Sin embargo,
aún desnudos
se siguen desapolillando.
La duramadre se resiste
a perder del todo el equilibrio...
y endereza sus vértebras
desde el esqueleto deprimido.
Por eso se baila en los cementerios
el Mortal Gym
del escape y fuga. Hay que desarticular
la desidia,
para seguir atrapados
al otro lado
de la espera.
Se escucha lánguida ya la sonata...
-es el principio o el fin-
Y desde esta lápida te hablo.
¡Créeme... lo que quieras!
MITSY GREY
Derechos reservados
Enero de 2015
la materia se desvirtúa y marcha sola, apátrida.
La carne
ya no se recuesta en sus vísceras.
Anestesiado el sentir tras el pentotal de las horas
se fagocita a si mismo el anhelo.
Y no hay espacio para la credulidad
en medio de la incineración...
Somos duros de fe... o la hemos perdido,
mas en cualquier caso, luchamos por la vida.
-Será quizás el mandato
de nuestro mapa genético-
El ojo visor del otro -que enjuicia y obtura-
aplaca la necesidad tribal de vivir en comunidad.
La flama del abrazo candente
huye de su rueda,
alejándose cada vez más, de su centro o eje.
Se nos desbarata el ser
por las colinas de la memoria - y aprehendemos -
a ser autosuficientes o a intentarlo, al menos.
El que no supere la prueba
entrará en el deshonor de los caídos sin recursos.
¡Sobrevivirá el más fuerte!
Es el crematorio de los ángeles,
la impudicia de ser buenos... y el tatuaje del cielo.
Se nos ha instalado el triple 6, del descrédito... ¡bienvenidos al infierno!
Los huesos entran en ósmosis
sin vestido ni aliento...
Sin embargo,
aún desnudos
se siguen desapolillando.
La duramadre se resiste
a perder del todo el equilibrio...
y endereza sus vértebras
desde el esqueleto deprimido.
Por eso se baila en los cementerios
el Mortal Gym
del escape y fuga. Hay que desarticular
la desidia,
para seguir atrapados
al otro lado
de la espera.
Se escucha lánguida ya la sonata...
-es el principio o el fin-
Y desde esta lápida te hablo.
¡Créeme... lo que quieras!
MITSY GREY
Derechos reservados
Enero de 2015