Editorial Alaire

Que se esconde en el reojo de tu sombra,
que esconden tus arrugas ásperas sin polen.
El ardor de la sangre ha ido más allá de la piel
dedicándole poemas a la muerte.
No he podido tallar mi máscara,
tarde o temprano vendrá el fuego a quemar mi bosque,
y ya no quiero,no quiero intentarlo más.
Mientras otros lijan su próxima joya
para odiarte y odiarme en silencio,
para odiarse ellos mismos en su propio espejo de madera.
He caído hasta el fondo de mi silla,
fatigado en sus miradas, asesinado segundo a segundo
por una u otra máscara, es la furia hecha rostro,
petrificada en el tiempo que ha sabido cerrar sus cajones,
que ha guardado una lágrima y una denuncia marchita.
Y ya no puedo, no puedo mirarte,
he caído hasta el fondo de mi silla, pensando;
la muerte es infinita y forma parte de mí,
por ello seré infinito algún día,
por eso abro los cajones del tiempo
y arrojo dentro miles de poemas que se incendian.

Antonio Satír escribió:Que se esconde en el reojo de tu sombra,
que esconden tus arrugas ásperas sin polen.
El ardor de la sangre ha ido más allá de la piel
dedicándole poemas a la muerte.
No he podido tallar mi máscara,
tarde o temprano vendrá el fuego a quemar mi bosque,
y ya no quiero,no quiero intentarlo más.
Mientras otros lijan su próxima joya
para odiarte y odiarme en silencio,
para odiarse ellos mismos en su propio espejo de madera.
He caído hasta el fondo de mi silla,
fatigado en sus miradas, asesinado segundo a segundo
por una u otra máscara, es la furia hecha rostro,
petrificada en el tiempo que ha sabido cerrar sus cajones,
que ha guardado una lágrima y una denuncia marchita.
Y ya no puedo, no puedo mirarte,
he caído hasta el fondo de mi silla, pensando;
la muerte es infinita y forma parte de mí,
por ello seré infinito algún día,
por eso abro los cajones del tiempo
y arrojo dentro miles de poemas que se incendian.

Tu poema ejemplifica para mí la Poesía que me llega al entendimiento por hablar de emociones internas con imágenes originales de tu propio léxico emocional. Se quita toda máscara y pretexto. Abrazos poeta Satir. ERA

He caído hasta el fondo de mi silla,
fatigado en sus miradas, asesinado segundo a segundo
por una u otra máscara, es la furia hecha rostro,
petrificada en el tiempo que ha sabido cerrar sus cajones,
que ha guardado una lágrima y una denuncia marchita.

Muy buen poema, tiene garra de jaguar.
Saludos Satir

Mientras otros lijan su próxima joya
para odiarte y odiarme en silencio,
para odiarse ellos mismos en su propio espejo de madera

valor, no guerra y amor sincero
Gracias

Yo aún no termino la mía tampoco. Fascinante, Antonio, gracias por compartirlo.

Abrazos!

Antonio me ha gustado mucho el poema de las máscaras y el final es sobrecogedor, un placer y un abrazo.

Tan hermoso como interesante trabajo, amigo Antonio.
Abrazos.