esa sola viña, que mimada en el abono de los besos, huele a
Publicado: Sab, 03 Ene 2015 7:20
Mis escaleras, una imagen fugaz, el beso, el rostro que recuerdo,
un mar de solos, la huella de una herida, que aun en rojo baña,
el cansino hastío, una imprudente inconstancia, mi corazón izquierdo,
la vida en los castillos, los príncipes insuficientes y sus hazañas.
El viento en la cara, los anhelos de los sueños, y esa mi playa,
limpiezas de antaño de solo la olas y las conchas de los insatisfechos,
lo que en el alma crece, lo dulce, el amargo y la roca que lo caya,
la erosión de quien vive otro sueño, las ropas del pertrecho,
El valor de los latidos, el despunte de un verso, el bombeo de un alma que imprime,
esa niña, que vieja nace, las partituras, el disfraz acomodado y un sentido,
las copas que no lleno la vida, el sabor del agua fresca, mi rio conforme,
mis tierras molidas, el arado de mis lunas llenas, las semillas de mis cálidos.
Esa historia de amor, para escribir amaneceres, el cuarto pequeño donde bailan las musas,
el frescor de la verdades, de los sueños sin lengua, la rebeldía de lo libre,
lo que amolda formas, el riego de la levedad de una amapola, los campos sin escusas,
y esa sola viña, que mimada en el abono de los besos, huele a lumbre.