¿Qué es poesía?
Publicado: Jue, 01 Ene 2015 20:28
Este texto ( en forma de monólogo ) forma parte de un drama poético. En el foro puse otras dos partes: "Pena negra" y "Canto a la media luna". Es una obra que ya finalicé, y será publicada por la editorial de teatro Ñaque.
En unos campos frutales, de albaricoques y melocotoneros. Es de noche. Se escucha una
música melancólica. Aparece Nicolás. Conforme comienza el monólogo se silencia, poco a
poco, la música.
NICOLÁS ( caminando ).
—¿Qué es poesía? Tú me preguntas, y yo me pliego en mi recuerdo. Hilvano entre mis
dedos sueños e ilusiones. Acariciando mis recuerdos, suspiro por un beso, una canción, o
aquello que pudo ser y no fue. ( Mirando sus manos ) Mis trémulas manos sostienen el
ovillo, con encanto y entusiasmo. Es tan frágil y delicado que, sin mesura, habré de
alimentarlo. Entregarme a él con descaro, pero sin arrogancia, no vaya a ser que se espante
y huya de mis manos; el recuerdo es tímido y delicado, como tal hay que tratarlo.
( Recostándose en el tronco de un árbol ) Sabes, amigo, cuando esto me preguntas me
arrugo y hago viejo, ¡son ya tantos recuerdos! Y mi cáscara se va deshaciendo, unos
ásperos dedos pelan mi sentimiento, que tirita y se emociona. Pues sí, amigo, aunque tú no
lo creas, por áspera que nos resulte la vida, siempre prende la hoguera del sentimiento.
¿Qué seríamos sin ese fuego, sin ese aliento que alimenta nuestros sueños, que nos hace
correr con ilusión, también tropezar y caernos? ¿Qué sería la vida sin desencuentros?
( Sentándose en un peñasco ) Estoy cansado, amigo, me hice viejo, sobre mí pesan los
recuerdos. Mi rostro ya no me parece bello, mucho menos eterno. Parece que se difumina
en pinceladas apagadas, sin color ni brillo.
Amigo, poesía es la presencia sutil que prende en tu mirada, cuando tus ojos centellean y
lucen hermosos. El fondo de tu mirada es un manso océano, donde se pierde mi vista. Eso
es poesía, no reconocerme cierto...
( Se levanta y vuelve a caminar. Comienza a amanecer y el sol aparece en el horizonte ).
Contemplo tus pasos sinceros y sé que alguna vez fue cierto. ¿Qué fue cierto?
Yo no puedo saberlo y en la poesía me lamento. Se desvanece mi ansia de conocimiento. La
cáscara cae y se abre la fruta madura, que se deshace en tu boca. Chorrea el jugo, el
alimento que tanto aprecian las moscas. ¡Son tan molestas las moscas! Tan molestas como
el tiempo, ese pasar de los años que se pega a tus huesos y no te abandona. Te recuerda que
eres algo más viejo, que no eres eterno. En esos momentos, amigo, yo sé que despiertas del
sueño y, con amargura, cierras los ojos, tratas de seguir durmiendo. Seguir soñando, no
despertar, eso es poesía.
( Señalando al sol y a los campos de fruta ) Amigo, el sol ya esta apareciendo. ¿Sientes su
caricia temprana y tímida? ¿Ves estos campos bañados en fruta; albaricoques y
melocotones? ¿Te das cuenta de cuánto caminamos, cuántas noches, con o sin luna, por
estos campos nos deslizamos? Con cierto encanto a la noche nos entregamos. ¡Y ya
amaneció! Detengámonos a comer algo de fruta, no se a ti, pero a mí el caminar me trajo el
apetito.
( Arranca un melocotón y se sienta junto al árbol. En silencio come la pieza de fruta.
Vuelve a sonar la misma música melancólica ).
En unos campos frutales, de albaricoques y melocotoneros. Es de noche. Se escucha una
música melancólica. Aparece Nicolás. Conforme comienza el monólogo se silencia, poco a
poco, la música.
NICOLÁS ( caminando ).
—¿Qué es poesía? Tú me preguntas, y yo me pliego en mi recuerdo. Hilvano entre mis
dedos sueños e ilusiones. Acariciando mis recuerdos, suspiro por un beso, una canción, o
aquello que pudo ser y no fue. ( Mirando sus manos ) Mis trémulas manos sostienen el
ovillo, con encanto y entusiasmo. Es tan frágil y delicado que, sin mesura, habré de
alimentarlo. Entregarme a él con descaro, pero sin arrogancia, no vaya a ser que se espante
y huya de mis manos; el recuerdo es tímido y delicado, como tal hay que tratarlo.
( Recostándose en el tronco de un árbol ) Sabes, amigo, cuando esto me preguntas me
arrugo y hago viejo, ¡son ya tantos recuerdos! Y mi cáscara se va deshaciendo, unos
ásperos dedos pelan mi sentimiento, que tirita y se emociona. Pues sí, amigo, aunque tú no
lo creas, por áspera que nos resulte la vida, siempre prende la hoguera del sentimiento.
¿Qué seríamos sin ese fuego, sin ese aliento que alimenta nuestros sueños, que nos hace
correr con ilusión, también tropezar y caernos? ¿Qué sería la vida sin desencuentros?
( Sentándose en un peñasco ) Estoy cansado, amigo, me hice viejo, sobre mí pesan los
recuerdos. Mi rostro ya no me parece bello, mucho menos eterno. Parece que se difumina
en pinceladas apagadas, sin color ni brillo.
Amigo, poesía es la presencia sutil que prende en tu mirada, cuando tus ojos centellean y
lucen hermosos. El fondo de tu mirada es un manso océano, donde se pierde mi vista. Eso
es poesía, no reconocerme cierto...
( Se levanta y vuelve a caminar. Comienza a amanecer y el sol aparece en el horizonte ).
Contemplo tus pasos sinceros y sé que alguna vez fue cierto. ¿Qué fue cierto?
Yo no puedo saberlo y en la poesía me lamento. Se desvanece mi ansia de conocimiento. La
cáscara cae y se abre la fruta madura, que se deshace en tu boca. Chorrea el jugo, el
alimento que tanto aprecian las moscas. ¡Son tan molestas las moscas! Tan molestas como
el tiempo, ese pasar de los años que se pega a tus huesos y no te abandona. Te recuerda que
eres algo más viejo, que no eres eterno. En esos momentos, amigo, yo sé que despiertas del
sueño y, con amargura, cierras los ojos, tratas de seguir durmiendo. Seguir soñando, no
despertar, eso es poesía.
( Señalando al sol y a los campos de fruta ) Amigo, el sol ya esta apareciendo. ¿Sientes su
caricia temprana y tímida? ¿Ves estos campos bañados en fruta; albaricoques y
melocotones? ¿Te das cuenta de cuánto caminamos, cuántas noches, con o sin luna, por
estos campos nos deslizamos? Con cierto encanto a la noche nos entregamos. ¡Y ya
amaneció! Detengámonos a comer algo de fruta, no se a ti, pero a mí el caminar me trajo el
apetito.
( Arranca un melocotón y se sienta junto al árbol. En silencio come la pieza de fruta.
Vuelve a sonar la misma música melancólica ).