Cuervos
Publicado: Mié, 31 Dic 2014 18:12
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Acapara lluvia y luz
el cuervo en su espalda
para su insaciable buche,
para sus heráldicos
o emergentes nidos.
Son tantos... Tantos son,
que bajo ellos ya no reverdece
ni la alegría de vivir.
Graznan siglas en el pecho
y orinan sobre las nucas y los sueños
de las criaturas de corta
y baja ala.
Desde allá donde del alambre
tornaba la rosa.
Desde aquel río revuelto
y el fracturado grito del alba.
Del barro negro y podrido
que no seca.
Pero un día, los taciturnos
y ultrajados gorriones
cantarán tan alto...
Cualquier día las frías uñas
de las estalactitas
-crecidas de hartas-
abrirán sus vientres
de depredadores sin hambre,
a los hambrientos de lo indigerible.
Callarán entonces los corazones
de metal arrugado.
Esgrimirá la nube sus lágrimas sencillas
pero tercas de justicia y futuro.
Y amanecerá
hermoso y azul el cielo,
sin limosnas solares,
sin centauros dorados,
sin eclipse ni mentiras
en otras -y gemelas- garras.
Y retoñará con fuerza la flor
que anuncia una nueva estación
en que la escoria de los cuervos,
ya sin ojos y sin lengua,
será abono para el progreso,
tinta para la historia
de un pueblo
que, tarde pero al fin, despierta,
de un pueblo,
que a golpe de mierda y pico
le crecieron luces y alas.
________________
Feliz 2015 a todos, amigos.
Acapara lluvia y luz
el cuervo en su espalda
para su insaciable buche,
para sus heráldicos
o emergentes nidos.
Son tantos... Tantos son,
que bajo ellos ya no reverdece
ni la alegría de vivir.
Graznan siglas en el pecho
y orinan sobre las nucas y los sueños
de las criaturas de corta
y baja ala.
Desde allá donde del alambre
tornaba la rosa.
Desde aquel río revuelto
y el fracturado grito del alba.
Del barro negro y podrido
que no seca.
Pero un día, los taciturnos
y ultrajados gorriones
cantarán tan alto...
Cualquier día las frías uñas
de las estalactitas
-crecidas de hartas-
abrirán sus vientres
de depredadores sin hambre,
a los hambrientos de lo indigerible.
Callarán entonces los corazones
de metal arrugado.
Esgrimirá la nube sus lágrimas sencillas
pero tercas de justicia y futuro.
Y amanecerá
hermoso y azul el cielo,
sin limosnas solares,
sin centauros dorados,
sin eclipse ni mentiras
en otras -y gemelas- garras.
Y retoñará con fuerza la flor
que anuncia una nueva estación
en que la escoria de los cuervos,
ya sin ojos y sin lengua,
será abono para el progreso,
tinta para la historia
de un pueblo
que, tarde pero al fin, despierta,
de un pueblo,
que a golpe de mierda y pico
le crecieron luces y alas.
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Feliz 2015 a todos, amigos.