cómo palmeas las varas jaleando los olivos !
¡ cómo ríe la almazara mientras quiebran cantes jondos
las muelas de los molinos.. !
y el almirez, soñando los ajoaceites,
y el vinagre que se aliña...
y al pan le llueve la alcuza mientras bailas
mujer-niña,
la rumba de las aceitunas.
( "Aceituneros altivos..." dice Miguel Hernandez, cómo me gusta ese poema, andaluces de Jaén. Desde Alicante, donde el turrón cruje almendras y aunque no tengo ni un resquicio de andaluza, os admiro y recuerdo.)