Fantasías sexuales de un poeta online.
Publicado: Mar, 16 Dic 2014 3:59
Entra en la sala, alto, delgado, decidido,
tapan la luz de la pantalla sus espaldas,
una penumbra tentadora cautiva al espectador
de la última fila de butacas,
avanza entre piernas que roza, ahora choca con las mías,
en el asiento de al lado se acomoda,
cuando quiero darme cuenta, da vueltas mi cabeza,
en su costado reposa,
su corazón escucho, anda disparado,
y en mi oído, unas palabras que omito, susurra.
Enseguida, como si no quiere la cosa, las pone en práctica,
entre los brazos de la butaca explora mis ingles,
yo trato de que coincidan mis gemidos
con los de la estrella de la película.
Pero sólo lo consigo en inglés.
Luego me invita a la salida a un chocolate con churros.
Sabe que me vuelve loca.
A estas alturas de la vida, tanto tiempo viuda,
y a esta estrategia tan bien planificada y novedosa de citarse
y acudir a espectáculos públicos por separado
para que el sexo sorprenda a uno, propia de un poeta online,
¿cómo se iba a resistir un corazón tantas veces roto y cansado como el mío?
Aunque si te soy franca, hubieras conseguido el mismo resultado,
Adoptando en la relación una actitud normal y corriente,
Sin necesidad de demostrar tanto empeño.
Así pues, en páginas como ésta, hagamos el amor, amigo mío, no el sexo.
Desde hace un tiempo, no debes preocuparte, te lo adelanto:
figuras como heredero universal en mi testamento.
tapan la luz de la pantalla sus espaldas,
una penumbra tentadora cautiva al espectador
de la última fila de butacas,
avanza entre piernas que roza, ahora choca con las mías,
en el asiento de al lado se acomoda,
cuando quiero darme cuenta, da vueltas mi cabeza,
en su costado reposa,
su corazón escucho, anda disparado,
y en mi oído, unas palabras que omito, susurra.
Enseguida, como si no quiere la cosa, las pone en práctica,
entre los brazos de la butaca explora mis ingles,
yo trato de que coincidan mis gemidos
con los de la estrella de la película.
Pero sólo lo consigo en inglés.
Luego me invita a la salida a un chocolate con churros.
Sabe que me vuelve loca.
A estas alturas de la vida, tanto tiempo viuda,
y a esta estrategia tan bien planificada y novedosa de citarse
y acudir a espectáculos públicos por separado
para que el sexo sorprenda a uno, propia de un poeta online,
¿cómo se iba a resistir un corazón tantas veces roto y cansado como el mío?
Aunque si te soy franca, hubieras conseguido el mismo resultado,
Adoptando en la relación una actitud normal y corriente,
Sin necesidad de demostrar tanto empeño.
Así pues, en páginas como ésta, hagamos el amor, amigo mío, no el sexo.
Desde hace un tiempo, no debes preocuparte, te lo adelanto:
figuras como heredero universal en mi testamento.