y borrando inconsciente crepita,
Publicado: Lun, 15 Dic 2014 19:42
El fuego, el humo, y el miedo,
La nubes negras, alarmas del cielo y un sueño
quebrados del humo, sin luz y sin sombra,
un tiempo parado, la vida y el aire,
el ruido, un fuego que habla,
y el llanto de impotencia que asustado responde.
La manos que no andan, los segundos de la vida,
y todo sabe a fuego, le oigo moverse siniestro,
lo siento, lo tapo, lo huyo y solo tirito y rezo,
corriendo sigo tapando con la fuerza del miedo
Aturdida, en el aire que carece de vida,
suspiro, calma recuerdos y alivio.
No veo su llama, pero lo siento
y borrando inconsciente crepita,
quitando su rostro al color,
de lo años vividos entre estos muros.
Oigo a los hombres del agua, mangueras y golpes,
quitadores del fuego y borradores del miedo,
valientes que salvan princesas, como en los cuentos,
oxígenos, mascaras y amigos sin rostro.
El regalo de un mal sueños
mis hijos, son ojos ahogados en sueños de miedo,
y abrazos y los te quieros sin formas y con brillos
y la vida de Dios, que hoy agradezco a los que ayer conocí,
En la noche destino del fuego
La nubes negras, alarmas del cielo y un sueño
quebrados del humo, sin luz y sin sombra,
un tiempo parado, la vida y el aire,
el ruido, un fuego que habla,
y el llanto de impotencia que asustado responde.
La manos que no andan, los segundos de la vida,
y todo sabe a fuego, le oigo moverse siniestro,
lo siento, lo tapo, lo huyo y solo tirito y rezo,
corriendo sigo tapando con la fuerza del miedo
Aturdida, en el aire que carece de vida,
suspiro, calma recuerdos y alivio.
No veo su llama, pero lo siento
y borrando inconsciente crepita,
quitando su rostro al color,
de lo años vividos entre estos muros.
Oigo a los hombres del agua, mangueras y golpes,
quitadores del fuego y borradores del miedo,
valientes que salvan princesas, como en los cuentos,
oxígenos, mascaras y amigos sin rostro.
El regalo de un mal sueños
mis hijos, son ojos ahogados en sueños de miedo,
y abrazos y los te quieros sin formas y con brillos
y la vida de Dios, que hoy agradezco a los que ayer conocí,
En la noche destino del fuego