Editorial Alaire

[RIGHT]Volver a ser de repente
tan frágil como un segundo,
volver a sentir profundo
como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo
en este instante fecundo.

(Violeta Parra)

[/RIGHT]En las calles estrechas,
toscas, destartaladas
y sin aliento
donde mueren los chopos
y acarician los álamos,
huelo a Corben pensando en un nuevo poema
con sabor rancio
a revista amarilla, abierta, disecada,
con mis pantalones cortos
arrodillados
delante de tu sombra que me espera.

Martiriza mis rodillas, Laura,
ahora que me has perdido
en el loco empeño de buscarme en tu luz.

Sonríe, Laura,
tu sonrisa es la vida;
te espero
entre el cañaveral y el arroyo,
y la playa dolida.

Luz, luz, luz,
necesito tu luz,
aunque sea oscura.[RIGHT][RIGHT](Febrero de 2013)[/RIGHT]
[/RIGHT]

Hola amigo, me alegro de ser el primero en quitarte el cero, pues bordas como nadie momentos pasados y vivencias de uno en el amor. Un placer siempre leerte, un abrazo muy fuerte.

Acabo de acicalar este poema en un último intento de precisar lo que sentía en ese Febrero de una vuelta más a lo mismo, Manuel. Ya sabes que un poema no le pertenece a quien lo escribe en el momento que lo ha publicado.

Eres muy amable, Manuel, espero corresponder a esa amabilidad en el momento que lo vea oportuno, ya te contaré.

Un abrazo.

Ay, los trece años, y esos ojos cuando cambian. Precioso poema que me ha gustado leer.
Besos
Pilar

Aquellos ojos míos de * 1973 no vieron el monte derruido ni el reloj desencajado, el mar es siempre la mar, con pesca o con el hiriente, que nadie lo explica y todos lo comprenden, contrabando humano. Era un barrio lleno de vida, ahora es un lugar informe que habla en el lenguaje de los signos y no se entiende a sí mismo ( Febrero de 1972 - Muerte entre las flores - Prólogo).

Gracias Pilar.

* (Lorca - Intermezzo)