Balada para un tango ( EB)
Publicado: Dom, 07 Dic 2014 8:00
Balada para un tango
¡Oh! Tembladeral de hojas en el ocaso de los cuchilleros…
¡ Lamento que gime el tango de Piazzolla!
Crujen las dríades en medio de la ciudad Fantasma.
Tremolar de pájaros idolatras que miran las cuevas.
Buenos Aires es esa bruma, ese quejido de viento.
Atrás en ese pasado, están los duelos de hombres.
Los abismos del tiempo vuelan sobre los ocasos.
Crepúsculo dimensional de Borges.. entre mendigos duendes.
Atrás, los policías del pensamiento vuelven a ser eternos,
cruz de un tango en dos parejas sobre el viento.
Sobre el infinito la nada de saber las voces que redimen,
las tardes, las noches, los días, enumerados.
Los Neruda y los Alan Poe con sus cuervos del nunca mas.
He predicho como escritor, que este día está de neblina,
que un dios contó los cuadrados y se metió en el destino;
argentinidad de una vida que juzga los malevos y el asado.
Juntan las calles los mendigos del hambre, del viento, alto alto sueño.
¡ Oh! Cruz que mimetiza la sangre, aquella de los patriotas,
aquella que entre cuchilleros se midieron para un tango.
Rueda que gira, como esos, eso militantes del crepúsculo rojo,
la sangre, nunca fue la que decían las leyendas,
por ti, oh, alma de las vidas en sueños, por ti,
se predijo el otoño que buscó ser invierno en los libros del ayer,
con el principio de las luces, encandiladas,
tu voz poeta fue el alma del pan, la bruma, los gemidos,
Naciste así, medio en Palermo y medio en Madrid,
¡ Muerte, muerte que acechas los péndulos sagrados!
¡ Oh, que se quemen las brasas ardientes de ese tiempo!
esa diablura acechante, esos vinos, ese sexo potro del poniente.
Dios… para tu fortuna que dejó a Borges como el iletrado
al olvido cruel que juzgará el pedazo de tierra..
mas allá están los asesinos y esa espada que fundó la patria..
así, entre latidos que va en la tormenta de letras…
Palermo y el trago amargo de sustento sagrado…
Por los destinos de la miel quejosa de las manzanas de este árbol..
¡Oh! Tembladeral de hojas en el ocaso de los cuchilleros…
¡ Lamento que gime el tango de Piazzolla!
Crujen las dríades en medio de la ciudad Fantasma.
Tremolar de pájaros idolatras que miran las cuevas.
Buenos Aires es esa bruma, ese quejido de viento.
Atrás en ese pasado, están los duelos de hombres.
Los abismos del tiempo vuelan sobre los ocasos.
Crepúsculo dimensional de Borges.. entre mendigos duendes.
Atrás, los policías del pensamiento vuelven a ser eternos,
cruz de un tango en dos parejas sobre el viento.
Sobre el infinito la nada de saber las voces que redimen,
las tardes, las noches, los días, enumerados.
Los Neruda y los Alan Poe con sus cuervos del nunca mas.
He predicho como escritor, que este día está de neblina,
que un dios contó los cuadrados y se metió en el destino;
argentinidad de una vida que juzga los malevos y el asado.
Juntan las calles los mendigos del hambre, del viento, alto alto sueño.
¡ Oh! Cruz que mimetiza la sangre, aquella de los patriotas,
aquella que entre cuchilleros se midieron para un tango.
Rueda que gira, como esos, eso militantes del crepúsculo rojo,
la sangre, nunca fue la que decían las leyendas,
por ti, oh, alma de las vidas en sueños, por ti,
se predijo el otoño que buscó ser invierno en los libros del ayer,
con el principio de las luces, encandiladas,
tu voz poeta fue el alma del pan, la bruma, los gemidos,
Naciste así, medio en Palermo y medio en Madrid,
¡ Muerte, muerte que acechas los péndulos sagrados!
¡ Oh, que se quemen las brasas ardientes de ese tiempo!
esa diablura acechante, esos vinos, ese sexo potro del poniente.
Dios… para tu fortuna que dejó a Borges como el iletrado
al olvido cruel que juzgará el pedazo de tierra..
mas allá están los asesinos y esa espada que fundó la patria..
así, entre latidos que va en la tormenta de letras…
Palermo y el trago amargo de sustento sagrado…
Por los destinos de la miel quejosa de las manzanas de este árbol..