Editorial Alaire

Cuando pasa la juventud,
dama a la que venero,
por esto, eso y aquello,
sientes con prontitud
mi fiel y leal escudero,
cómo se pierde la pasión;
y uno busca la razón,
buscando tal vez consuelo
en las cosas del destino,
la fuerza de los elementos
o luchando contra uno mismo,
rompiendo lanzas por amor
a las puertas de un castillo
o flagelándose en silencio
entre paredes de hielo
de la celda de un convento,
con la punta de un cilicio.

Da exactamente lo mismo.

A la verdadera razón se llega
por caminos muy distintos,
pero siempre por el mismo motivo.

Manuel Alonso, Interesante confesión... como para que inicie vuelo!

GRACIAS cARLOS, UN ABRAZO.

Ocurrente e interesante confesión. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Manuel, me ha gustado mucho este trabajo. Hay dos partes en el poema, dos conciertos de intensidad considerable. La voz de la razón viaja entre dos eras, transmuta y logra un preciado final. Caballero racional que pierde o encuentra su resonancia. Hombre del mundo que lleva a Quijano en su imaginario personal.

Abrazos y felicidad, amigo.

HOLA Virginia muchas gracias, un beso, amiga.

Me gustó tu poema, amigo Manuel. Es una interesante reflexión. Fuerte abrazo.

Gracias Pilar, un beso, amiga. Estoy convaleciente de una intervención quirúrgica y no puedo comentar lospoemas de los compañeros. Pronto lo haré. Un abrazo a todos.

Gracias Hallie, eres un cielo, un beso.

"... con razón me quejo de la vuestra fermosura". La belleza tiene la culpa de todo. Un placer, Manuel. Abrazos.

Gracias MMartínez por el comentario, un abrazo.

Amigo Manuel, es estupendo como hablas de lo más universal: lo que cualquier humano siente al madurar. Y además lo haces con la elegancia de la poesía.

Sin duda alguna, riendes un bonito tributo a quien fue maestro de la literatura en lengua castellana. Mi enhorabuena.

Un abrazo.

Gracias Bruno, eres muy amable, un abrazo.

Gracias Raúl eres muy amable, un abrazo.