¡Hola!
Publicado: Mar, 25 Nov 2014 18:09
¡Buenas tardes a todos!
Soy nueva por aquí. Me llamo Lidia y aquí os dejo mi primera aportación.
Creo que mi forma de escribir se parece más a la prosa poética, pero no soy muy amiga de las etiquetas, porque me constriñen mucho a la hora de escribir y de crear.
¡Un saludo!
GLOBO OCULAR
Siempre llegaban al mismo punto, al mismo endiablado, zalamero y sigiloso punto. Él no podía alcanzar a comprender por qué ella se mostraba tan incapaz de comprenderle a él.
Bien sabido por todos y todas es que, al igual que un café y una bebida energética, ambos podían causar efectos similares pero, en esencia y en consecuencia, poco tienen que ver.
Él, bohemio, soñador, zigzagueante, circular, ventricular.
Ella, racional, estricta, disciplinada, definitivamente icosaédrica y puntiaguda, afilada, sutil, sesuda.
A pesar de la exasperada obligación de coexistir en el mismo cuerpo, eran dueños de implosionar a su huésped en más ocasiones de las que éste consideraría deseables.
El miedo, ese desértico y casi paisajístico miedo del que el huésped hace gala a la altura de su garganta en forma de nudo no es más que una excusa para que ellos, él y ella, sigan teniendo las armas a punto.
Corazón y cerebro nunca habían estado tan cerca y, a la vez, tan lejos.
Soy nueva por aquí. Me llamo Lidia y aquí os dejo mi primera aportación.
Creo que mi forma de escribir se parece más a la prosa poética, pero no soy muy amiga de las etiquetas, porque me constriñen mucho a la hora de escribir y de crear.
¡Un saludo!
GLOBO OCULAR
Siempre llegaban al mismo punto, al mismo endiablado, zalamero y sigiloso punto. Él no podía alcanzar a comprender por qué ella se mostraba tan incapaz de comprenderle a él.
Bien sabido por todos y todas es que, al igual que un café y una bebida energética, ambos podían causar efectos similares pero, en esencia y en consecuencia, poco tienen que ver.
Él, bohemio, soñador, zigzagueante, circular, ventricular.
Ella, racional, estricta, disciplinada, definitivamente icosaédrica y puntiaguda, afilada, sutil, sesuda.
A pesar de la exasperada obligación de coexistir en el mismo cuerpo, eran dueños de implosionar a su huésped en más ocasiones de las que éste consideraría deseables.
El miedo, ese desértico y casi paisajístico miedo del que el huésped hace gala a la altura de su garganta en forma de nudo no es más que una excusa para que ellos, él y ella, sigan teniendo las armas a punto.
Corazón y cerebro nunca habían estado tan cerca y, a la vez, tan lejos.