Editorial Alaire

Desde que tú no estás,
el cielo tapiza mis pasos,
y en el aire se proyecta su sombra
como buitres alrededor de un cadáver.

Desde que tú no estás,
la realidad me pretende
como un idioma nuevo la boca de un mudo.
Pero las palabras se me mueren antes de nacer
sin alzar el vuelo,
goteándome hacia dentro hasta formar un mar
donde el horizonte y la orilla confunden el sueño.
Y ese mar, en un último impulso,
se me vuelve lágrima, para perderse luego como un suspiro.
Porque la vida es un suspiro que contiene todos los recuerdos.

Desde que tú no estás,
es un palparme y no reconocerme.
Así como no se encuentra el rostro en medio de un bostezo
y hasta que el cuerpo lo termina de digerir
no se recuperan las facciones,
tampoco yo puedo ser el mismo
hasta purgar todo este dolor que me habita.

Desde que tú no estás,
vivo con los ojos maniatados
masticando esta realidad
que me pretende.

Mucha nostalgia parpadea en el poema. Gracias por compartirlo.
Besos
Pilar

MMartinezGo, Pues cambias la versión, mas no cambia la belleza. Congratulaciones Miguel Ángel!

Pero las palabras se me mueren antes de nacer
sin alzar el vuelo,
goteándome hacia dentro hasta formar un mar
donde el horizonte y la orilla confunden el sueño.

Un poema muy bello, Miguel Ángel...y no, lo siento, no estoy para nada de acuerdo, aquí las palabras si que alzan su vuelo, alcanzando la belleza. En cuanto al sentimiento...duele, pero la realidad es una cuestión meramente transitaria, en eso andamos, amigo.

Un abrazo grande.

Carmen

Un poema muy emotivo, Miguel Angel, que me gustó mucho. Realmente conmovedora la imagen final. A veces, la vida nos engulle, no encontramos las palabras amables donde reconocernos.

Con cariño, un abrazo.

Gracias por tu amable visita, Pilar.
Un abrazo.

Esta nueva versión del poema me ha gustado mucho, es un placer leerte amigo, un abrazo.