Editorial Alaire

De un bocado,
da cuenta de un banco,
(el central europeo),
Bocado a bocado, hunde el mercado,
(el financiero)
Ante esta situación, se sumerge, da cuenta de
(la economía sumergida)
Luego sale a la superficie, como un submarino,
(amarillo)
El cetáceo mira de lado,
(como un pariente lejano)
ataca sin mirar en ocasiones
(como los humanos).
Es muy osado, no teme a las redes,
(sociales)
El animal ataca tanto que se atraganta y vomita,
(pe-ces, compañías, seguros, financieras,
burbujas, preferentes, eléctricas, primas…)
Y agotado, no ataca más, no quiere ser blanco,
ni quiere ser tiburón, esconde las mandíbulas, las batientes, y se
convierte en un pez menos voraz, menos valiente,
pero más pintoresco,
(un pez martillo).
Ahora cambia de estrategia, golpea
(como si machacara puntas)
contundentemente
las mesas,
da el visto bueno a las sentencias
en la Plaza Castilla
de Madrid.

DON ALONSO ME HONRA SER EL PRIMERO EN LEERLO Y LO SUBO PUES MERECE MUCHO MÁS LECTURAS--- COMO SIEMPRE FUE UN PLACER.


FRATERNALMENTE UN ABRAZO FRATERNO HASTA, LEÓN... Gallnnet

Otro poemazo tuyo, Manuel. Exquisito y brillante.
Un lujo tenerte en Alaire.

Abrazos y felicidad.

Genial el recorrido hecho con inteligencia. Me gustó
Besos
Pilar

Gracias amigo Carlos, es un placer tenerte por aquí, un abrazo.

Ingenio en tu poema, amigo Manuel. Me gustó mucho.
Un fuerte abrazo y felicidades.

Gracias Hallie eres muy amable, un beso, amiga.

Ingenioso poema , que me ha gustado trancitar.
Abrazos poeta.

ilar eres muy amable, un beso, amiga.

MMartínez, muchas gracias, amigo, un abrazo.

Muchas gracias Mirta, eres un cielo, un beso, amiga.

Manuel Alonso, Original entrega, Manuel, que me ha gustado leer. Gracias por compartir.

Manuel Alonso escribió:De un bocado,
da cuenta de un banco,
(el central europeo),
Bocado a bocado, hunde el mercado,
(el financiero)
Ante esta situación, se sumerge, da cuenta de
(la economía sumergida)
Luego sale a la superficie, como un submarino,
(amarillo)
El cetáceo mira de lado,
(como un pariente lejano)
ataca sin mirar en ocasiones
(como los humanos).
Es muy osado, no teme a las redes,
(sociales)
El animal ataca tanto que se atraganta y vomita,
(pe-ces, compañías, seguros, financieras,
burbujas, preferentes, eléctricas, primas…)
Y agotado, no ataca más, no quiere ser blanco,
ni quiere ser tiburón, esconde las mandíbulas, las batientes, y se
convierte en un pez menos voraz, menos valiente,
pero más pintoresco,
(un pez martillo).
Ahora cambia de estrategia, golpea
(como si machacara puntas)
contundentemente
las mesas,
da el visto bueno a las sentencias
en la Plaza Castilla
de Madrid.

Excelente poema, estimado amigo, Manuel. Mi más sincera enhorabuena.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Gracias Carlos eres muy amable, un abrazo.

Gracias Begoña es un placer, un beso.