Espiral
Publicado: Jue, 20 Nov 2014 8:07
No en en el huracán, no.
No en los juegos del fuego
ni en las bancas grises
que exhibe la tarde, no.
Hay algo más ahí que nadie toca,
una sombrilla de alfileres hondos,
mustios, como esperando el grito final,
cuando todo,
comienza a ser y se posterga.
Nunca en las faldas ávidas y rojas,
no en las habitaciones fugaces,
que son polvo de lluvia en la piel apenas, no.
Sé que la labranza empieza
pero no sé dónde termina.
Hay un dique que florece,
hay la flama y el latido
y es una pera de cristales y de sombras
lo que nadie palpa.
¿Cómo lo palpo entonces?
Si no lo palpo yo, si yo no lo grito
temo a su desierto sobrehumano,
temo a sus lágrimas moradas,
llenas de sangre inútil
y de gangrena del alma.
Busco, buscamos...
Nada en la habitación,
hueca la calle.
¿Dónde empezar el riego de los días
si van como corriendo en los espejos?
No en los juegos del fuego
ni en las bancas grises
que exhibe la tarde, no.
Hay algo más ahí que nadie toca,
una sombrilla de alfileres hondos,
mustios, como esperando el grito final,
cuando todo,
comienza a ser y se posterga.
Nunca en las faldas ávidas y rojas,
no en las habitaciones fugaces,
que son polvo de lluvia en la piel apenas, no.
Sé que la labranza empieza
pero no sé dónde termina.
Hay un dique que florece,
hay la flama y el latido
y es una pera de cristales y de sombras
lo que nadie palpa.
¿Cómo lo palpo entonces?
Si no lo palpo yo, si yo no lo grito
temo a su desierto sobrehumano,
temo a sus lágrimas moradas,
llenas de sangre inútil
y de gangrena del alma.
Busco, buscamos...
Nada en la habitación,
hueca la calle.
¿Dónde empezar el riego de los días
si van como corriendo en los espejos?