Editorial Alaire

Mi niñez se inclina a mi lado. Demasiado lejos para que yo apoye una mano en ella por una vez ligeramente.

James Joyce.



Mi niñez dormida, susurra a veces
levemente, procura no exhibirse,
camina de puntillas sin ser vista,
sonríe y se esconde ante mis ojos
con gafas nostálgicas y distantes.

Llueve sobre mí, como entonces,
como aquellos días, tan llenos
de sencilla transparencia,
contempla con sonrisas
de igual modo la belleza,
que las profundas oscuridades de su alma.

Mi niñez, cómo alcanzarla,
con qué mano asirme a ella,
acariciarla dulcemente,
en su corazón de música,
en su condición de pájaro,
en su cuerpo de mar,
y su alma de árbol.

Cómo puedo acariciar
su melodía, rostro abandonado
de melancólico paisaje,
bocanadas del ser huido,
donde hemos enterrado,
a su suerte, nuestros huesos.

La nostalgia de aquellos años en su condición de pureza:

"en su corazón de música,
en su condición de pájaro,
en su cuerpo de mar,
y su alma de árbol. "

Dormida llega a veces como un susurro; como describes y con acierto en los versos.
Felicidades Carmen por tu hermoso poema.

Es casualidad que haya publicado hoy un poema con el mismo trasfondo y parecido titulo. Desde luego que el tuyo es mucho mejor que el mío. Felicidades e unha aperta.

Carmen López escribió:

Mi niñez se inclina a mi lado. Demasiado lejos para que yo apoye una mano en ella por una vez ligeramente.

James Joyce.



Mi niñez dormida, susurra a veces
levemente, procura no exhibirse,
camina de puntillas sin ser vista,
sonríe y se esconde ante mis ojos
con gafas nostálgicas y distantes.

Llueve sobre mí, como entonces,
como aquellos días, tan llenos
de sencilla transparencia,
contempla con sonrisas
de igual modo la belleza,
que las profundas oscuridades de su alma.

Mi niñez, cómo alcanzarla,
con qué mano asirme a ella,
acariciarla dulcemente,
en su corazón de música,
en su condición de pájaro,
en su cuerpo de mar,
y su alma de árbol.

Cómo puedo acariciar
su melodía, rostro abandonado
de melancólico paisaje,
bocanadas del ser huido,
donde hemos enterrado,
a su suerte, nuestros huesos.

Me encanta cómo consigues darle ese aire de nostalgia y tristeza por el tiempo pasado. Querer atrapar esos momentos que ya no nos pertenecen. Un saludo

Una clave de la cercanía está en el título, podrías haberlo titulado " La niñez ", pero a ese universo le das el posesivo y hay un matiz sensible. Yo creo que la niñez es el rostro cenital de cada uno, después es como si los espejos cambiasen, y el rostro se queda solo. Pero pienso que nunca se pierde. Siempre un placer, Carmen. Abrazos.

Carmen López escribió:

Mi niñez se inclina a mi lado. Demasiado lejos para que yo apoye una mano en ella por una vez ligeramente.

James Joyce.



Mi niñez dormida, susurra a veces
levemente, procura no exhibirse,
camina de puntillas sin ser vista,
sonríe y se esconde ante mis ojos
con gafas nostálgicas y distantes.

Llueve sobre mí, como entonces,
como aquellos días, tan llenos
de sencilla transparencia,
contempla con sonrisas
de igual modo la belleza,
que las profundas oscuridades de su alma.

Mi niñez, cómo alcanzarla,
con qué mano asirme a ella,
acariciarla dulcemente,
en su corazón de música,
en su condición de pájaro,
en su cuerpo de mar,
y su alma de árbol.

Cómo puedo acariciar
su melodía, rostro abandonado
de melancólico paisaje,
bocanadas del ser huido,
donde hemos enterrado,
a su suerte, nuestros huesos.

Siempre se queda en nosotros la niñez, nuestra niñez.
Qué suave y dulcemente nos traes la tuya, Carmen, un gusto leerte y rememorar... tanto, tanto.
Un beso grandote.

MMartinezGo escribió:La nostalgia de aquellos años en su condición de pureza:

"en su corazón de música,
en su condición de pájaro,
en su cuerpo de mar,
y su alma de árbol. "

Dormida llega a veces como un susurro; como describes y con acierto en los versos.
Felicidades Carmen por tu hermoso poema.

Sí, Miguel Ángel, pureza de espíritu, gracias por acompañarme en el poema, por tu mirada.

Un abrazo.

Carmen

Ramón Carballal escribió:Es casualidad que haya publicado hoy un poema con el mismo trasfondo y parecido titulo. Desde luego que el tuyo es mucho mejor que el mío. Felicidades e unha aperta.

He leído tu estupendo poema, siempre te leo Ramón, nunca me pierdo ni uno de tus poemas ya me gustaría a mí escribir uno como el tuyo, por cierto, me encantó, los dos primeros versos me parecen soberbios...con esos dos...ya estamos situados, eso amigo mío es una arte que posees digno de admirarse. Todo el poema es bellísimo.
Pero, si ha sido una casualidad coincidir....

Unha forte aperta, Ramón.

Carmen

Minona McEwen escribió:

Carmen López escribió:

Mi niñez se inclina a mi lado. Demasiado lejos para que yo apoye una mano en ella por una vez ligeramente.

James Joyce.



Mi niñez dormida, susurra a veces
levemente, procura no exhibirse,
camina de puntillas sin ser vista,
sonríe y se esconde ante mis ojos
con gafas nostálgicas y distantes.

Llueve sobre mí, como entonces,
como aquellos días, tan llenos
de sencilla transparencia,
contempla con sonrisas
de igual modo la belleza,
que las profundas oscuridades de su alma.

Mi niñez, cómo alcanzarla,
con qué mano asirme a ella,
acariciarla dulcemente,
en su corazón de música,
en su condición de pájaro,
en su cuerpo de mar,
y su alma de árbol.

Cómo puedo acariciar
su melodía, rostro abandonado
de melancólico paisaje,
bocanadas del ser huido,
donde hemos enterrado,
a su suerte, nuestros huesos.

Me encanta cómo consigues darle ese aire de nostalgia y tristeza por el tiempo pasado. Querer atrapar esos momentos que ya no nos pertenecen. Un saludo

Uhmmm, sí me pertenecen, no son ya, pero fueron míos y los recuerdo.
Gracias por pasarte a comentar y por tu tiempo.

Un abrazo.

Carmen

Bruno Laja escribió:Una clave de la cercanía está en el título, podrías haberlo titulado " La niñez ", pero a ese universo le das el posesivo y hay un matiz sensible. Yo creo que la niñez es el rostro cenital de cada uno, después es como si los espejos cambiasen, y el rostro se queda solo. Pero pienso que nunca se pierde. Siempre un placer, Carmen. Abrazos.

Jaja, sí Bruno, es cierto, el " mi " me delata...Me gustó que utilizaras el plano cenital para esto, hizo mi comprensión muy gráfica, ves....generalmente es ahí donde me pierdo contigo, arriba, abajo, izquierda, derecha, etc...hoy me he encontrado....[img]images/smiles/icon_biggrin.gif[/img], ha sido muy gráfico, algo de esa niñez nos acompaña. Gracias, amigo por estar. Un abrazo grandote.

Carmen

Marisa Peral escribió:

Carmen López escribió:

Mi niñez se inclina a mi lado. Demasiado lejos para que yo apoye una mano en ella por una vez ligeramente.

James Joyce.



Mi niñez dormida, susurra a veces
levemente, procura no exhibirse,
camina de puntillas sin ser vista,
sonríe y se esconde ante mis ojos
con gafas nostálgicas y distantes.

Llueve sobre mí, como entonces,
como aquellos días, tan llenos
de sencilla transparencia,
contempla con sonrisas
de igual modo la belleza,
que las profundas oscuridades de su alma.

Mi niñez, cómo alcanzarla,
con qué mano asirme a ella,
acariciarla dulcemente,
en su corazón de música,
en su condición de pájaro,
en su cuerpo de mar,
y su alma de árbol.

Cómo puedo acariciar
su melodía, rostro abandonado
de melancólico paisaje,
bocanadas del ser huido,
donde hemos enterrado,
a su suerte, nuestros huesos.

Siempre se queda en nosotros la niñez, nuestra niñez.
Qué suave y dulcemente nos traes la tuya, Carmen, un gusto leerte y rememorar... tanto, tanto.
Un beso grandote.

Gracias, Marisa por la compañía, por pasarte a comentar, por tu estar.

Un besote, grande, grande.

Carmen

Aunque cualquier tiempo pasado fue mejor siempre nos invaden los primeros recuerdos de la
vida vivida sea como sea su experiencia. La tuya fue hermosa y con belleza la trasmites.
Besos, poeta
Pilar

Poesía directa, auténtica, sencilla.....como siempre, Carmen. Para mí es un remanso de realidad y de satisfacción leerte, amiga.

Un fuerte abrazo.

Cuando miramos hacia atrás, Carmen, descubrimos que la vida es un instante y que nunca dejamos de ser el niño que fuimos, que estamos solos con ese pájaro que nos prestaba sus alas, con ese miedo que se vestía con el rostro de la noche. Tan importantes son las sensaciones que se experimentan en esos primeros días que lo demás es solo una ampliación de la tarea. Quizás por que vea en sus versos algo de lo que dices y, más bien, porque son muy buenas, te aconsejaría que escucharas L'enfance y Fils de... en ellas Jacques Brel habla de algo así como de un pájaro muerto que se nos parece.

Un abrazo.

En la niñez, querida amiga, se vive, después sólamente se sobrevive, decía Panero, el hijo naturalmente, Leopoldo María, me ha gustado mucho el poema, un placer y un beso.