SE HA PERDIDO EL BESO
Publicado: Mié, 12 Nov 2014 2:48
(ENTRE JUDAS Y EL LADRON).
[img]//i1061.photobucket.com/albums/t471/Rachelnefty/PicsArt_1415751162610_zpsvjhzwp9o.jpg[/img]
(Habrá que esconder la letra por detrás
de la vergüenza blanca de la ironía.)
Hemos tenido algunos días doblados
con grampas, con alfileres.
Cabellera sin Dalila ni Sansón,
embustes para el sorteo,
por el cordón umbilical
por donde corre la queja genética del amor.
Mosca rubia de los museos,
coleópteros de color.
Equinodermos y pieles,
de moral y de pudor.
Hemos tenido,
(gracias a Dios)
convulsiones solidaridarias,
cartelera de almidón,
sobre la tecla ordinaria del panfleto
de algodón.
Ya tenemos al discípulo de Midas,
la pintura de Chartrand,
al Discobulus suicida,
un formulario
y un druida,
para que al punto se mida
el oráculo del sol.
Pero nos falta el concepto básico
del horror más sincero de la poesía.
Nos conformamos con hablar de amor
paradojal para la armonía.
Y el valor de su geometría,
(por costumbre o por temor)
como aborto de un prefijo
y momia para formol:
escribe aquel que mejor falsea
por estética de caligrafía.
Buscan todos lo que se ha perdido:
-Un beso,
entre Judas y el ladrón.
Y se ha ganado.
¡Si señor!
Libertad para hipocresía.
10/4/14
O. Llombart.
[img]//i1061.photobucket.com/albums/t471/Rachelnefty/PicsArt_1415751162610_zpsvjhzwp9o.jpg[/img]
(Habrá que esconder la letra por detrás
de la vergüenza blanca de la ironía.)
Hemos tenido algunos días doblados
con grampas, con alfileres.
Cabellera sin Dalila ni Sansón,
embustes para el sorteo,
por el cordón umbilical
por donde corre la queja genética del amor.
Mosca rubia de los museos,
coleópteros de color.
Equinodermos y pieles,
de moral y de pudor.
Hemos tenido,
(gracias a Dios)
convulsiones solidaridarias,
cartelera de almidón,
sobre la tecla ordinaria del panfleto
de algodón.
Ya tenemos al discípulo de Midas,
la pintura de Chartrand,
al Discobulus suicida,
un formulario
y un druida,
para que al punto se mida
el oráculo del sol.
Pero nos falta el concepto básico
del horror más sincero de la poesía.
Nos conformamos con hablar de amor
paradojal para la armonía.
Y el valor de su geometría,
(por costumbre o por temor)
como aborto de un prefijo
y momia para formol:
escribe aquel que mejor falsea
por estética de caligrafía.
Buscan todos lo que se ha perdido:
-Un beso,
entre Judas y el ladrón.
Y se ha ganado.
¡Si señor!
Libertad para hipocresía.
10/4/14
O. Llombart.