Editorial Alaire

… y oí que te decían: “…resucítate instante a instante y miembro a miembro;
mientras, no intentes regresar a casa, no podrás entrar”;
… oh Príncipe, yo, que soy en ti tus pies y tus manos, tu pecho, tu cintura y sexo, tu oscuridad,
dime ¿me vas a matar…? ¿no podré invocar tu asidero, el calor de la sangre,
y aspirar también al esplendor de la luz?
… alguna vez, Príncipe, recuerdo la piedra, el aire y mar que fui
y apenas queda nada; ¿… qué ha sido, pues, de mí, Príncipe,
que a la vez era tu brazo y tu fulgor, tu fuerza…? dime ¿me has matado,
o tanto he muerto o hemos muerto?
ah, ¡quiénes somos en realidad, mi Señor, quiénes, quiénes somos!
¿por qué me dejas en tan dura esclavitud, por qué callas ahora?
tú, mi fuente de calor ¿…no quieres contestarme?





... del libro “Acompañante luz”.
http://www.oriondepanthoseas.com

(Weblog literario del autor: poesía

"ah, ¡ quiénes somos en realidad, mi Señor, quiénes, quiénes somos !"

¿Quiénes somos, Antonio, poeta de lo profundo? ¿Lo sabremos alguna vez? En eso andamos. En esa búsqueda. Tus versos nos van guiando. Un abrazo.

Lisandro

l poema se mueve entre lo metafísico y lo carnal:
hay un “yo” que se dirige al Príncipe, figura simbólica que puede ser Dios, el alma, la conciencia superior o el propio ser esencial.
El hablante lírico es la materia encarnada, el cuerpo que siente haber sido abandonado por su fuente de energía, y clama por volver a la unidad perdida.

Antonio, un poema de potente lirismo, donde el poeta da rienda suelta a esa ansiedad existencial de la condición humana.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo.

Un buen escrito.

Lo he disfrutado.

Un abrazo.