Editorial Alaire

Y así, sin más ni más, formaste
con mano invisible
la imagen de aquel lagarto.
Y en mí, surgieron
los estrechos corredores de la antigua casa
por donde perseguí la infancia;
el patio enrojecido de hormigas;
la sombra de mi hermana
doblada sobre el borde de la tarde
refregando
los oscuros camisones de las nubes.
Y tuve que llorar, Rodrigo, muy bajito;
un lloro diminuto de animal.

Porque,
quién comprende el gozo de aquél
que descubre en secreto
-como si mirase bajo su propia mortaja-
la réptil silueta del recuerdo,
su sangre fría, su lengua.

La retropectiva deja ese valor sentimental propios de esos instantes con sus burbujas de asombro que tantas veces exuda lo cotidiano. Destaco su indiscutible sentido poético que se le arranca también al sesgo del costumbrismo.


Un abrazo, poeta.



O. Llombart.

Qué alegría recuperarte y sentir esos versos tan de poeta. En esa sencillez que descubre una
delicada sensibilidad reside el valor de tu poética. Bellísimo, siempre, tu sentir.
Felicidades
Besos
Pilar

Just, un placer leerte amigo, me ha gustado mucho el poema, evocando al recuerdo en la imagen del lagarto, de ojos amarillos, que dibujan la aurora. Un fuerte abrazo.

Una fotografía, como un pistoletazo que abre la brecha del recuerdo. Un lujo leerte, siempre.
Un abrazo.
Pepa

Gracias por venir temprano Nimaus, y por dejar tu huella en mi ventana.

Un abrazo, desde estas orillas.

Desde este jueves Lluvioso, va para tí mi abrazo Pilar.
Muchas gracias por tus palabras.

Mi abrazo sincero.

Just, siempre es una lección de sensibilidad y un goce leer poemas tan buenos como éste. Felicidades y un abrazo.

Es otro ejemplo de naturaleza poética. Para mí es revelador leer seguidos tu poema y el de Paul, muestra el trabajo del poeta desde una víscera excentrada, la idea dolorosa de que lo que atañe es tan inaprensible como la iteración del yo cuando se emite desde el tono más grave al más agudo. Un placer, Just. Abrazos.

Bueno, Just, no hace falta que te pierdas en una retórica muy larga para decir aquello que solo pueden decir los elegidos, no importa hacia donde dirijas el foco, siempre sale a la luz esa desconocida incluso para quienes escriben versos que llaman poesía. Sí, la niñez y sus secretos inconfesables aunque se digan a voces y el regusto en el pecho de aquellas cosas que penetran de verdad.

Un abrazo.

Me gusta tanto el comentario que te ha hecho el amigo Osmani, que me gustaría sumarme a sus palabras.
La reptil silueta del recuerdo...precioso
Un abrazo, un gusto sincero leerte

Muchas gracias Manue, por este tiempo en mi ventana. Me alegra tu compañía,

Un abrazo fraterno.

[quote="Just Gafar"]

Me ha encantado este poema vertido hacia el interior, inexorable, rebuscando en esos recovecos donde el alma queda impresa en las paredes de cualquier recuerdo.
Saludos.

qué tremendo poema y el escalofrío pegajoso de los recuerdos. abrazo