Editorial Alaire

Éramos la misma agua
sobre la que remábamos los sueños;
la misma verdad escondida
la que regentábamos confiada
a la luz de nuestros ojos;
el mismo torso desnudo
sobre el que tatuábamos
los más íntimos secretos;
el mismo párpado el que abríamos
cada amanecer, y cada noche,
respirándonos, cerrábamos
con los labios entreabiertos.

Cosa deleitosa fue la lengua extraña
que destilaba miel en tu boca
y la luz ilusoria que asomaba desde su retina.
Mas en ese ilapso ficticio,
en la ingravidez de vuestro fabuloso cortejo,
te sorprendió el turbión de sus mentiras
al sentir el frío de tu reflejo en sus ojos;
al saberte una extranjera que pasaba…

El caudal del llanto
no ablandará mi corazón de piedra;
mas el gesto desmentirá
lo que la palabra afirma.

Así pues, emprenderemos nuestros caminos
con las espaldas enfrentadas;
esconderemos los rostros,
y aunque obstinado viva en este pensamiento,
contendré cada día tu recuerdo
desde mi confinado destierro.

Te dejo mi apoyo y mi voluntad de aprecio a tu obra. Recibe mi cordial abrazo, estimado poeta.


O. Llombart.

Es una larga verdad de siglos... ese aparente desconocimiento de los
amantes que han entrado en quiebra, solo el corazón sabe
de sus mudeces lacónicas; solo el alma, lo contempla envilecida.

Un gran poema, intimista y confesional que me he complacido
en leer, poeta. Mi abrazo y enhorabuena.

Mitsy

MMartinezGo escribió:Éramos la misma agua
sobre la que remábamos los sueños;
la misma verdad escondida
la que regentábamos confiada
a la luz de nuestros ojos;
el mismo torso desnudo
sobre el que tatuábamos
los más íntimos secretos;
el mismo párpado el que abríamos
cada amanecer, y cada noche,
respirándonos, cerrábamos
con los labios entreabiertos.

Cosa deleitosa fue la lengua extraña
que destilaba miel en tu boca
y la luz ilusoria que asomaba desde su retina.
Mas en ese ilapso ficticio,
en la ingravidez de vuestro fabuloso cortejo,
te sorprendió el turbión de sus mentiras
al sentir el frío de tu reflejo en sus ojos;
al saberte una extranjera que pasaba…

El caudal del llanto
no ablandará mi corazón de piedra;
mas el gesto desmentirá
lo que la palabra afirma.

Así pues, emprenderemos nuestros caminos
con las espaldas enfrentadas;
esconderemos los rostros,
y aunque obstinado viva en este pensamiento,
contendré cada día tu recuerdo
desde mi confinado destierro.

Siemprelogro en tu poemas un disfrutar de tus excelentes versos... traen tristezasesta vez y logros para reflexionar<o></o>




FRATERNALMENTE UN ABRAZO... Gallnnet

Agradezco tus bellas palabras Nimaos.
Un abrazo amigo.

Agradecido por tus palabras, Mitsy.
Un abrazo.

Gracias por tu paso, amigo Gallnnet.
Un abrazo.

Gracias por tu comentario y tu visita, Virginia.
Un abrazo

Intimista y bien escrito el poema. Un gusto leerte.
Un abrazo.
Pepa

Gracias por tu lectura, Pepa.
Me alegro que te gustase.
Un abrazo

Magnífico aporte, me gustó mucho la forma en que concluís los versos, una mirada muy interesante.

Recibe un abrazo cordial, desde el muy sur.

RJL

Agradezco tu lectura y comentario, Ricardo.
Un fuerte abrazo