Isla ignorada (pequeño poema-cuento)
Publicado: Mié, 08 Oct 2014 19:18
Isla ignorada…
[RIGHT]Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
-sola sólo-.
Gloria Fuertes - ISLA IGNORADA – 1950
[/RIGHT]
Hace miles de siglos
isla y mar suspiraban de amor en las cálidas noches del estío;
ella le daba templanza a su bravura,
él le ofrecía sus perlas y corales.
Y el mar potente la quiso dominar porque Isla era suya. Así lo decidió cuando
la vio emerger de entre las aguas; era suya y la amaba.
La amaba tanto como la olvidaba.
Isla sufría. "Y aún herida, acariciaba vértices y aristas" (©Indah)
Soñaba con un mar sosegado de azules y turquesas, creía en él y en su amor, pensaba que toda la fuerza de su arena blanca y la dulce caricia de su vegetación prodigiosa podrían hacer que el mar abandonara esa horrible costumbre de invadirla en pleamar y abandonarla en bajamar.
¡Ah! ¡Qué absurda lucha de flujos y mareas!
Ella, agotada y abatida, lo oye y se esconde entre las palmeras,
le oculta el dolor que a su playa asola.
Perseguida y relegada, sumida en la soledad Isla le dijo un día:
"Para mí es un placer ser ignorada,
isla ignorada del océano eterno". (©Gloria Fuertes)
Desde entonces, en la negra oquedad de la noche se estremece el mar,
brama, se acrecienta y en su jaula de atalayas pétreas,
al encrespar sus olas gemidoras viste con sus sollozos esta isla
infinitamente triste,
indefensa
y
desolada,
de un extremo al otro.
Y ella grita en su loco desvarío:
¡A tu lado la muerte me rodea!
¡Ya no quiero quererte, amado mío!
¡Apártate de mí y compadécete de tu isla desahuciada!
Y el mar bravío que escupe huracanes
remonta y se encumbra,
y suspira...
Y llueven sobre su isla,
como lágrimas negras,
sus olas infernales.
Y llueven sobre sus olas,
como lágrimas negras,
arenas ignoradas.
---
©MAR
[RIGHT]Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
-sola sólo-.
Gloria Fuertes - ISLA IGNORADA – 1950
[/RIGHT]
Hace miles de siglos
isla y mar suspiraban de amor en las cálidas noches del estío;
ella le daba templanza a su bravura,
él le ofrecía sus perlas y corales.
Y el mar potente la quiso dominar porque Isla era suya. Así lo decidió cuando
la vio emerger de entre las aguas; era suya y la amaba.
La amaba tanto como la olvidaba.
Isla sufría. "Y aún herida, acariciaba vértices y aristas" (©Indah)
Soñaba con un mar sosegado de azules y turquesas, creía en él y en su amor, pensaba que toda la fuerza de su arena blanca y la dulce caricia de su vegetación prodigiosa podrían hacer que el mar abandonara esa horrible costumbre de invadirla en pleamar y abandonarla en bajamar.
¡Ah! ¡Qué absurda lucha de flujos y mareas!
Ella, agotada y abatida, lo oye y se esconde entre las palmeras,
le oculta el dolor que a su playa asola.
Perseguida y relegada, sumida en la soledad Isla le dijo un día:
"Para mí es un placer ser ignorada,
isla ignorada del océano eterno". (©Gloria Fuertes)
Desde entonces, en la negra oquedad de la noche se estremece el mar,
brama, se acrecienta y en su jaula de atalayas pétreas,
al encrespar sus olas gemidoras viste con sus sollozos esta isla
infinitamente triste,
indefensa
y
desolada,
de un extremo al otro.
Y ella grita en su loco desvarío:
¡A tu lado la muerte me rodea!
¡Ya no quiero quererte, amado mío!
¡Apártate de mí y compadécete de tu isla desahuciada!
Y el mar bravío que escupe huracanes
remonta y se encumbra,
y suspira...
Y llueven sobre su isla,
como lágrimas negras,
sus olas infernales.
Y llueven sobre sus olas,
como lágrimas negras,
arenas ignoradas.
---
©MAR