Editorial Alaire

Este sol que nos desvirga la piel,
es como un parpadeo
que aletea con sus pestañas por la herida,
una limosna al desvalido
a punto de la inanición.

Distendido. Descartado el cuerpo,
dejaremos que nos viole y seduzca la rima
en el labio que partió el frío.
Porque somos dos gotas de sed en la aridez que nos rodea.
Un rugido de fondo,
arena cálida,
las líneas de la mano y su memoria.

La ciudad ha dejado de posarse en los talones,
ya no humea,
sólo la música que nos abraza
en el atardecer de los bostezos.

El sol, la luz, la belleza de tus versos, amiga, es un placer, como siempre, Sandra, un beso.

Un poema altamaente imaginativo, escrito con fluidez
narrativa...buen trabajo, poeta.

"... La ciudad ha dejado de posarse en los talones,
ya no humea,
sólo la música que nos abraza
en el atardecer de los bostezos."

Un abrazo grande... Mitsy

Tiene este poema, Sandra, la capacidad de generar (en mi caso al menos) paz, tranquilidad, el sol, la música, como una tarde de playa...

Me gusta mucho leerte.

Un abrazo.

Un poema sugerente que me ha gustado mucho leer. Mis aplausos.

Un saludo fraterno.
Óscar

Un poema precioso, amiga Sandra, lleno de ritmo y seducción en la deslumbrante y cegadora luz total.

Biquiños.

Sandra, mi niña mágica, llena de azules siempre !!!

Si todas las violaciones fueran así.... , pero mejor ni siquiera la palabra violación,

Abrazos grandes.

Sugerente calidez trasmiten estos versos. Me ha gustado leerte.
Un abrazo.
Pepa

Paso por primera vez y me maravillo con tu versar.
Saludos Sandra

[quote="Sandra Gª Garrido"]

Cuando la ciudad deja de posarse en los talones, simplemente somos libres.
Saludos.

Hermoso poema de Sandra.