Editorial Alaire

Qué viña de dolor es este páramo.
Casi ciega el intenso azul, moliente,
de este cielo que llora y enloquece,
abriendo llagas en lugar de alientos.

La mano se abre paso, agarra tierra
y contempla la arisca sed del polvo.
El silencio los ojos roen al trueno
y sajan en el aire quejas, sangre.

Oh, lamento de tierra seca
que el camino recorres hasta el cielo,
imploras a los dioses, ya hace tiempo
muertos.

No hay remedios, no hay ungüentos
que humedezcan el alma de tu boca.
Muere, tierra, tan tiernamente muere
y descansa tus brazos para siempre.

Sergio González

Hay dolor porque hay preguntas y vida. Un poema reflexivo. Gracias por compartir
Besos
Pilar

Pilar Morte escribió:Hay dolor porque hay preguntas y vida. Un poema reflexivo. Gracias por compartir
Besos
Pilar

Muchas gracias, Pilar. La idea de escribir sobre el "hastío" me surgió de mis lecturas de Leopardi.
Un afectuoso abrazo.
Sergio González

Hermoso poema de Sergio.

Rafel Calle escribió:Hermoso poema de Sergio.

Muchas gracias, Rafel, por el comentario, que me anima mucho.
Saludos